La leonesa Raquel Lanseros se vuelve gótica para Fernando Marías
La poeta se une al proyecto ‘Hijos de Mary Shelley’, una vuelta a la literatura romántica.
La imagen del escritor Fernando Marías le representa junto a un tigre.
El 16 de junio de 1816 un grupo de escritores que con el tiempo merecerían el rango de leyenda —lord Byron, John Keats, Percy Shelley— se reunieron alrededor de la chimenea en el salón de Villa Diodati, junto al lago Leman, y jugaron, durante la larga noche que así comenzaría, a idear historias de terror que se narraron unos a otros. De aquella reunión surgió, engendrada en la mente de la única mujer presente, Mary Shelley, la más desgarrada historia de soledad y afán de amor que ha dado la literatura mundial: Frankenstein o el moderno Prometeo.
El escritor Fernando Marías ha creado un proyecto con el que trata de rememorar o recrear aquel episodio fundamental en la historia de la literatura. La iniciativa se llama Hijos de Mary Shelley , y a él se ha unido la leonesa Raquel Lanseros, que traduce e interpreta el poema de John Keats La belle dame sans merci . La poeta leonesa ha grabado un vídeo en el que versiona con un rap —el autor es el malagueño Shone— los versos del escritor romántico. Pero, además, Raquel Lanseros ha escrito un poema original titulado Vieja casona Arriaga-Salamanca en el que se acerca a las leyendas ideadas por Borges: «Confieso haber entrado en la casa de Asterión/con la vana creencia de que el amor redime». Estos versos se publicarán en Shukran. Espectros, zombis y otros enamorados , el segundo de los libros que articulan el proyecto, cuyo primer hijo se tituló Cronotemia .
Raquel Lanseros asegura que la experiencia de participar en esta iniciativa ha sido «maravillosa». «Fernando Marías está aunando algunos de los mejores nombres de la narrativa y la poesía en España», subraya, y recuerda que, por su formación académica, —es licenciada en Filología Inglesa— tiene un sólido conocimiento de la literatura británica. « Frankenstein es una de mis obras favoritas. El valor simbólico y metafórico de este libro es de tal magnitud que casi doscientos años después de su publicación tiene absoluta vigencia. Reivindicar en común el nombre de Mary Shelley es un lujo para todo amante de la buena literatura», añade.
Escritores
Esta aventura literaria cuenta además con la participación de escritores como Patricia Esteban Erlés, David Lozano, Ricardo Menéndez Salmón, Félix J. Palma, Care Santos, José Carlos Somoza, Antón Castro, Luis Alberto de Cuenca, Pedro Ramos, Pilar Pedraza y Manuel Vilas. Fernando Marías espera que este proyecto vaya creciendo en el tiempo. «Mi intención es que sea una especie de centro neurálgico a partir del cual surjan más actividades», precisa. Así, manifiesta su intención de crear un premio literario, un proyecto que ya está madurando. Hijos de Mary Shelley no se limitan a plasmar en un libro sus anhelos románticos sino que los representan a través de performances, recitales poéticos y filandones.
Las imágenes de la obra —dos de ellas aparecen en la página— son obra del fotógrafo Asís G. Ayerbe, artífice de varios libros fotográficos e impulsor de la edición de nuevas colecciones de libros de relatos o poemas. Su trabajo ha sido galardonado en varias ocasiones. Así por ejemplo su libro de fotografías de viajes (Los Duelistas, 2007) obtuvo dos menciones de honor en los premios Daniel Gil. También, ha participado en numerosos proyectos cinematográficos y televisivos como en la película Noventa Millas o en el documental sobre Miguel Hernández, ambos dirigidos por Francisco Rodríguez.
Fernando Marías y su troupe, que en breve viajarán a Zaragoza y Bilbao —no descartan realizar una de sus paradas en León— ansían lograr que los lectores vuelvan la mirada hacia un género literario que, a su parecer, ha quedado en el olvido. «La literatura romántica no acaba en monstruos, en lo desconocido o en el más allá; trata acerca de la soledad del alma humana, que es al final el tema de nuestro tiempo», advierte Marías. De hecho, el primero de los libros contaba con doce autores, cifra que se ha doblado en el segundo.
El primero de ellos, Cronotemia , tenía como hilo conductor los viajes en el tiempo y cada uno de los autores demostraba que las formas de entender este viaje son tan variadas como el número de seres humanos.