Diario de León

El invento del maligno

La sonrisa de Emma

Publicado por
Yolanda Veiga
León

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Tal como anda el negocio, lo mejor que puede sucederle hoy a un presentador de la tele es encasillarse. ¿Que hay que hacer cinco o diez años lo mismo? Pues se hace, que son otros tantos sueldos asegurados.

Pero una cosa es encasillarse y otra enjaularse y tirar la llave al mar, que es lo que le ha pasado a Emma García.

Como es una mujer educada y agradecida no la oiremos quejarse, pero uno desde casa tiene la sensación de que Enma está dando vueltas en círculo y que no la dejan avanzar.

Cuando Telecinco la fichó para A tu lado resolvió con elegancia, poniendo paz en aquel gallinero de ‘karmeles’ y ‘kikos’. Aguantó cinco años y la cadena le premió con un programa de noche, un regalo envenenado llamado El juego de tu vida , donde gente anónima (si fuesen actores nos quedábamos más tranquilos) confesaba que se acostaba con la cuñada o que sisaba al jefe a cambio de 3.000 euros o de nada la mayor parte de las veces

El concursante sudaba y Emma sonreía, como diciendo: «Ya puede perdonar la indiscreción, pero me estoy ganando el sueldo igual que usted. Se va a quedar sin esposa y sin trabajo, pero no se apure que yo no le juzgo».

A mí, básicamente, ‘plin’. Todavía lo repiten en una de las cadenas pequeñas y otra vez a verse uno contando lo de los cuernos... muy feo.

Desde hace cuatro años Emma ejerce de casamentera con los musculitos de Mujeres, hombres y viceversa .

Va de rollo mami colega, reprendiendo a la chavalería con esa sonrisa suya que le sirve para todo y que ella usa como escudo, para que no le salpique nada.

Porque hay veces que o te ríes y te la resbala o pides la dimisión. Y como no está la cosa para dimisiones, ella que es lista sonríe. El último encargo ha sido un programa sobre Rocío Jurado, tres o cuatro horas de pobre relleno que Emma cumplió como siempre: sonriente.

Pero nos encantaría que un día se enfadara, o que gritara, o que bailara, o que se soltase el pelo. Porque hay más Emma que la que se esconde detrás de esa sonrisa imperturbable.

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