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Las redes sociales arden con el tema de la publicidad en Telecinco. Recordemos los antecedentes: tras haber invitado al plató de La Noria y pagado debidamente a la madre de El Cuco, un bloguero inició una campaña por la red recogiendo firmas para que las empresas que se anunciaban levantasen su publicidad del programa. En pocos días se lograron 53.000 firmas y las grandes marcas se fueron de La Noria. Telecinco suprimió el programa, aunque realmente lo que hizo fue cambiar el nombre, que ahora es Gran debate. Vayamos ahora al presente.

Un año después de aquello, Telecinco ha decidido llevar ante la justicia al bloguero que inició la campaña. Le pide una indemnización de 3,7 millones de euros y hasta tres años de cárcel. Como era previsible, internet se ha vuelto a incendiar y en dos días se han logrado 1000.000 firmas solicitando, simple y llanamente, que se retiré la publicidad de Telecinco. Ahí es donde más les duele. Eso de servicio público, de informar, formar y entretener son zarandajas en las principales cadenas privadas, cuyo objetivo es poner cuanto más anuncios mejor, y rellenar los huecos entre los distintos bloques con algún programa.

Por si les cabía alguna duda, comprueben como si usted está en Telecinco, le asaltan con 10 minutos de publicidad y se va a Energy o Divinity, verá como le estarán poniendo a la vez la misma ristra de anuncios. Pero a grandes males, grandes remedios. Ya hay una aplicación para móviles que te avisa cuando acaba la ‘pausa’ publicitaria del canal que estabas viendo, para que vuelvas a él por si, mientras, te has ido a la competencia. Es una aplicación poco conocida. A ninguna cadena le interesa que se difunda el invento. Y cuidado, que no estoy en contra de la publicidad. Es totalmente necesaria para la supervivencia de los medios privados. La historia de la televisión y nuestra memoria sentimental está unida a anuncios maravillosos.

Ahora mismo hay expectación por conocer el spot tradicional de las burbujas de la marca de cava que nos acompañan todas las navidades o el que ha vuelto a reunir al director J.A. Bayona con la actriz Naomi Watts para unos grandes almacenes. El tema está en no abusar, en que los anuncios sean creativos, que el espectador tenga ganas de verlos, que no se sienta agredido con ellos, y en que estén colocados en los programas adecuados.