De la clandestinidad a objeto de culto

La editorial Ruedo Ibérico, fue uno de los canales más relevantes de la lucha antifranquista desde el exilio, junto con la peculiar Radio Pirenaica. Su trayectoria se extendió desde 1961 hasta 1982, momento en el que, una vez superada ampliamente la dictadura, y con el Partido Socialista en el poder, ya había cumplido con creces sus intenciones fundacionales.

Ruedo Ibérico nació en París bajo la tutela de cinco jóvenes exiliados españoles con distintas opciones políticas. El grupo estuvo encabezado por José Martínez Guerricabeitia, a cuyo lado formaron, Nicolás Sánchez Albornoz, Vicente Guirbau, Elena Romo y Ramón Viladás.

Dos eran sus principales objetivos, el primero alumbrar la verdad sobre los sucesos de la Guerra Civil, lo que implicaba una actitud plural, y levantar un puente de encuentro libre para la reflexión y el debate, plantando cara intelectual al Régimen de Franco.

La Biblioteca Regional, Domínguez Berrueta, del ILC, bajo los auspicios del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, presenta una exposición que han titulado Los libros de Ruedo Ibérico o la libertad en el laberinto. « Con ella -comentó el director del ILC, Jesús de Celis- pretendemos acercar al público leonés una interesante muestra de bibliografía, en este caso sobre la editorial Ruedo Ibérico. Se trata de uno más de los eventos en los que Diputación de León colabora con el Instituto de la Lengua. Fruto de esta colaboración aparecerá dentro de unos días el libro Leyendas leonesas, de José Luis Puerto».

El director de la Biblioteca Regional, Roberto Soto, destacó que «la exposición es enormemente didáctica y creo -dijo- que en estas épocas de crisis de valores, es buen momento para darnos cuenta de cómo existieron, en unos momentos muy difíciles de la historia contemporánea de España, unos intelectuales comprometidos con la verdad histórica. En el momento de su desaparición Ruedo Ibérico posiblemente había cumplido con su misión, pero ahí quedan sus publicaciones, que contribuyeron de una forma clara a la cultura española de los últimos años de la dictadura y los primeros de la Transición».

Literatura y libertad

«Con esta exposición -aseguró el gerente del Instituto de la Lengua, Alejandro Sarmiento- cerramos una trilogía dedicada a la literatura y a la libertad. En ella nos encontramos con unas publicaciones en las que se da voz no sólo a la izquierda en el exilio, sino también a la oposición del franquismo dentro del propio franquismo. Esta exposición nos enseña como en las circunstancias más adversas el pulso de la cultura es lo que configura las columna vertebral del pensamiento crítico de un país».

Según Gonzalo Santonja cuenta en el catálogo de la exposición, «en la muestra se intentan realzar y difundir las aportaciones y logros de una empresa lúcida y oportuna, apasionante y hasta ejemplar, de muy necesaria recuperación ahora, cuando la Memoria Histórica exige el análisis ponderado de una etapa todavía con muchos capítulos pendientes de revisión, y otros sencillamente mal entendidos y peor explicados, lo que determina un panorama en buena medida aún dominado por las distorsiones».