De ‘La Voz’ a la cuenca minera
El leonés Iván Taca, batería del exitoso programa televisivo ahora reconvertido en productor, descubre y lanza en Laciana a todo un talento del folk, Manuel Garrido .
El batería Iván Taca y el bajista Alexander Acanda, ambos componentes del equipo de ‘La Voz’, en el estudio con Manuel Garrido.
«La primera vez que escuché a Manolo tocar en Villablino, hace cuatro o cinco años, descubrí un talento enorme, quedé asombrado por la musicalidad tan extraordinaria que conseguía extraer de su instrumento, y ya entonces decidí que teníamos que trabajar juntos». Las palabras son de Iván Taca, batería lacianiego, dueño de una muy amplia trayectoria musical —ha tocado con Café Quijano, Raimundo Amador, las Hijas del Sol...— pero conocido durante este último año, sobre todo, por haber sido batería en el exitoso programa de Telecinco La Voz junto a una no escasa representación leonesa.
Fue precisamente ese enloquecido paréntesis televisivo el que impidió a Iván, natural de San Miguel de Laciana, emprender su tan deseada colaboración con Manuel Garrido, músico de Lumajo a quien conocen bien los aficionados a los sones populares del noroccidente leonés y suroccidente asturiano por su enorme habilidad con el acordeón diatónico. Una vez finalizado el período de La Voz , Taca se puso manos a la obra, decidido a lanzar la carrera de este artista autodidacta —trabaja en el transporte de carbón— acompañado de otro muy experimentado miembro del conjunto que ponía fondo musical a los aspirantes a convertirse en ‘la voz de España’, el bajista y arreglista cubano Alexander Acanda. Los tres se encerraron en el estudio de grabación de Iván durante un fin de semana tocando hasta el agotamiento y poniendo las bases melódicas de un disco, Barahúnda , que acaba de ver la luz.
Una producción que ha contado, además de con Taca a la batería y supervisión general, y Acanda al bajo, arreglos y teclados, con la participación de Luis Dulzaides en percusiones, Ángel Elul a la guitarra y la colaboración del gran saxofonista leonés Lugotti y de Luis A. Pedraza al pandeiro. Fue, además, grabado en los estudios leoneses Music Center por Manolo Rodríguez y mezclado por Yaser González. «Si hay que hablar de sus puntos fuertes, yo diría que este disco refleja la maestría y el potencial tremendo que tiene Manuel Garrido con el acordeón diatónico», reflexiona Taca, y también explica que, a pesar de sus raíces folk, la propuesta es «mucho más abierta», llegando a ofrecer «algo muy original y novedoso que abarca diversos estilos musicales», del country al vallenato. Y los títulos de las canciones dan buena cuenta de esa apertura: la tremenda, alegre, energética pulsión diatónica predomina en todo el disco, pero desde una base popular va evolucionando de los Aires del Cornón a la Cumbia del Muxivén pasando por Tsumaxu y La Fontanietsa sin olvidar un guiño social a la Marcha negra . Todos ellos, instrumentales, son temas propios. Además, la experiencia ha sido tan positiva y la apuesta por el talento del montañés es tal que Taca y Garrido ya trabajan en una banda con todas las de la ley que, comandada por el acordeonista, emprenda giras y ofrezca conciertos y cuya formación no puede ser más lacianiega y leonesa, pues participan en ella músicos de la tierra como Floro Varela, Carlos Rabanal y Jorge Majo.
El disco puede adquirirse en Internet a través de CD-Baby, Itunes y Amazon, pero también está a la venta en este momento en varios puntos de Villablino y Cerredo y, en la capital leonesa, en Music Center.
