Nuestra Señora del Camino
Joaquín Alegre lo califica de «templo alucinante y poco valorado». Hacia el siglo XV le quitaron los pilares centrales, sobreelevaron los muros y trazaron nuevos arcos de ladrillo. En origen, piensa el escritor, podría ser bastante similar a la iglesia de San Isidoro. El retablo mayor, churrigueresco, es anónimo; los laterales, sin estofar, son obra de José Suárez Gavilanes (siglo XVIII).