Diario de León

MUCHO MÁS QUE MÚSICA

Samuel Rubio alerta de que el Festival de Órgano «peligra»

Presentó el ciclo catedralicio ‘Liturgia, palabra y música’, que comienza hoy

El deán, Eduardo Prieto; el musicólogo Samuel Rubio; y el organista Giampaolo di Rosa.

El deán, Eduardo Prieto; el musicólogo Samuel Rubio; y el organista Giampaolo di Rosa.

Publicado por
e. gancedo | león
León

Creado:

Actualizado:

«Ahora que tenemos juguete, no podemos jugar con él». Samuel Rubio, organista titular de la Catedral de León y alma máter del prestigioso festival que el año pasado alcanzaba la treintena, sintetizaba así la paradójica situación por la cual una vez logrado uno de los principales objetivos con los que se creó el certamen —la instalación en la Catedral de un órgano acorde con el prestigio y volumen del templo—, el festival internacional «ahora mismo peligre» por falta de apoyo institucional.

Rubio lanzó estas declaraciones en la presentación del ciclo Liturgia, palabra y música , una serie de conciertos más una conferencia divulgativa —a cargo del director del Museo Catedralicio, Máximo Gómez Rascón, sobre el grandioso pórtico occidental— y unidos, en el caso de la cita del domingo, con el ceremonial eclesiástico de la Pulchra . Un ciclo que quiere hacer uso del nuevo órgano, uno de los mejores del mundo y que se escuchó por vez primera el pasado mes de septiembre, para que siga brillando más allá de la cotidiana liturgia.

Tras unas palabras previas del deán, Eduardo Prieto, sobre la importancia que la música siempre ha tenido en las celebraciones de todas las religiones del mundo y específicamente en la cristiandad —recordó aquella expresión, «música de las esferas celestes», de San Agustín—, tomó la palabra Rubio para reflexionar en voz alta sobre el abismo que, a su juicio, separa la Catedral antigua de la moderna. Después de recordar el «milagro» que según él supuso la salvación de la Pulchra en el incendio de 1966, alertó de que el principal templo y enseña capitalina se enfrenta a peligros no menores: «Tengo miedo de que la Catedral decida desmoronarse, harta de nuestra apatía» —clamó—. «Su piel está enferma sí, su estructura, pero sobre todo está enfermo su interior, sus vísceras. La impactante actividad cultural que existía en el pasado ya no existe...». Y recordó que el gran archivo documental catedralicio, de enorme valor también en lo referente a la música, está hoy silencioso, «son viejos papeles».

¿El festival, de pago?

Antaño trabajaban y estrenaban en la Catedral leonesa grandes maestros como Juan del Enzina o Francisco de Salinas y por eso abogó Rubio por «continuar esa obra admirable». De ahí su firmeza al constatar que, desde su punto de vista, «es un crimen que el nuevo órgano permanezca parado», y por ello este nuevo ciclo, de acceso gratuito, al que se intentará dar continuidad de acuerdo con el calendario litúrgico (en abril, otro dedicado a la Semana Santa, en mayo a la Virgen...). Y al hilo de estos intentos por devolver a la Catedral su vigor perdido, por volver a hacer de ella el gran centro cultural que fue, lamentó que, a día de hoy, sólo el Ministerio de Cultura haya manifestado su apoyo al Festival Internacional de Órgano. Rubio, acompañado por el organista romano Giampaolo di Rosa, organista ‘residente’ o ‘visitante’ estos días en la Catedral, criticó el silencio del resto de patrocinadores y explicó que en este momento valoran otras acciones como «cobrar entrada» en un festival cuya celebración «a día de hoy, peligra».

«Tenemos la mejor catedral del mundo y el mejor órgano del mundo... ¿a qué esperamos?», se preguntó el musicólogo.

tracking