PATRIMONIO EN RUINA
Una ermita gótica para el ganado
La iglesia de Santa Catalina, en la comarca del Cea, ingresa en la Lista Roja de Hispania Nostra tras años de abandono y saqueo y ser utilizada como corral
Aspecto de la ermita-iglesia de Santa Catalina, en Cabrera de Almanza
Un edificio gótico convertido en corral. La ermita de Santa Catalina, en Cabrera de Almanza, en el corazón de la abandonada comarca del Cea, simboliza la situación de buena parte del Patrimonio leonés. Años de abandono han convertido en ruina lo que décadas atrás fue un ejemplo de arquitectura gótica rural.
El monumento, que carece de protección —ni siquiera tiene el título de Bien de Interés Cultural (BIC)—, es propiedad de la Diócesis de León. La asociación Hispania Nostra acaba de incluir esta ermita en su Lista Roja.
Se trata del tercer edificio histórico de la comarca —junto a la torre de la iglesia de Barriales y la iglesia de Valdavida—que ingresa en este ránking de la desidia y el décimo de la provincia en sólo cuatro meses, tras el yacimiento de Los Villares, la iglesia de Quintana de la Peña, las Cuevas Menudas, las Cercas medievales de León, la el castro Peña del Hombre, el Pozo Ibarra de Ciñera y el palacio de Orallo.
La ermita, hoy convertida en corral para el ganado, fue erigida en 1548-1549, y la capilla mayor o presbiterio, en 1610, tal y como consta en una inscripción. Una gotera en los años 70 empezó por arruinar el tejado y, poco a poco, toda la iglesia. Como en muchos otros monumentos leoneses, los expoliadores aprovecharon la falta de protección de la ermita para saquearla.
En el altar mayor había un retablo con la imagen de la titular, Santa Catalina de Alejandría, elaborada el año 1709 en un taller de León. Hasta el siglo XVIII, adosada a la ermita, estaba el hospital para pobres y peregrinos.
Según cuenta Hispania Nostra en la ‘ficha’ de la ermita, los dos edificios se mantenían con las rentas que proporcionaban 150 fincas, rebaños, foro... que eran administrados por una cofradía formada por los vecinos de los diez pueblos más próximos al santuario.
Actualmente está en un estado lamentable de conservación, con riesgo de derrumbes y su desaparición total. En un artículo publicado por Diario de León en 1915 ya se alerta sobre el estado de la ermita de Santa Catalina: «Necesita una campana, tronera para ella y reparaciones en todo el edificio. Nueve pueblos celebran en ella una función magna el último domingo de mayo», dice textualmente.