Antonio Gamoneda con birrete
La Universidad de México le nombra doctor honoris causa por «sus sobresalientes aportaciones a la literatura».
Imagen del año 2000, cuando el poeta Antonio Gamoneda recibió el título de doctor honoris causa por la Universidad de León.
Es su tercer birrete. Antonio Gamoneda, doctor honoris causa por la Universidad de León y la de Santo Domingo —conocida como la Universidad Primada de América—, acaba de recibir ahora, a los 83 años, la máxima distinción de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM). La ceremonia será a finales de agosto.
Los integrantes del Consejo Universitario, encabezados por el rector Jorge Olvera García, aprobaron por unanimidad entregar al poeta leonés el máximo reconocimiento que otorga la Autónoma de México, ubicada en Toluca, «por sus sobresalientes aportaciones a la literatura y al desarrollo de la cultura humanística a nivel internacional». Destacaron que el premio Cervantes de 2006 «es una de las voces de la poesía española más relevantes de esta época, quien se distingue por tener un estilo auténtico, producto de una sólida formación cultural y literaria, pero también por una amplia vocación por la escritura. Y es un modelo para los jóvenes poetas»
Un reconocimiento que Gamoneda agradece profundamente, aunque puntualiza que «ni las distinciones ni los premios modifican mi vida, aunque sí hubo un premio (el Cervantes) que me ha tenido viajando varios años». Sin embargo, confiesa que, en cierto modo, se siente «más incentivado y más obligado, en el tiempo que me quede de vida y de cabeza, para tratar de hacer lo que no he hecho en términos de creación literaria».
Gamoneda, que ha recibido los máximos galardones literarios e incluso ha estado nominado al Nobel, tuvo que dejar los estudios a temprana edad, para ponerse a trabajar de meritorio en una entidad bancaria, en una España de miseria económica, moral y cultural. Un país diezmado por la guerra, donde la Universidad era una institución exclusiva para una élite. Setenta años después, Gamoneda considera que «estamos regresando a situaciones que son claramente anteriores a la democracia. No tenemos una democracia práctica, real ni completa. Hay prohibiciones y represiones típicas de la dictadura que se disminulan con una perturbación del lenguaje que no logra encubrirlas».
Cuando recibió el honoris causa por la Facultad de Filosofía y Letras de León explicó que «la poesía no es otra cosa que el relato de cómo se va hacia la muerte. Ese relato, con deliberación o no, tiene como causa y finalidad la creación de conocimiento y de una particular forma de intensificar la vida».
En México le consideran «un modelo para los jóvenes poetas» y el autor del Libro del frío reconoce que acude a él «gente joven, lo cual es una satisfacción, aunque les digo que tienen que volar con sus propias alas y que son ellos quienes tienen que hacer que la poesía tenga sentido en estos días duros y socialmente tecnológicos».
Admite que la poesía sí puede hacer algo. «No puede actuar directamente sobre las causas sociales, pero sí intensificar las conciencias para ser activos ante la injusticia y los sufrimientos que infligen los poderes económicos y sus sacristanes, los políticos». La Universidad de León le impuso el birrete azul en el año 2000 por considerar que en Gamoneda concurren los rasgos esenciales del ideal universitario: el progreso del conocimiento, la creación guiada sólo por el criterio de excelencia y trabajo silencioso.