CULTURA
León abre el congreso más insólito de literatura española y sudamericana
La Universidad debate cómo la fantasía y la ciencia ficción han modelado la creación literaria hispana.
Imagen de la película de Guillermo del Toro ‘El laberinto del fauno’, una de las creaciones que se analizarán en este simposio.
Figuraciones de lo insólito en las literaturas española e hispanoamericana . La Universidad abre hoy un congreso en el que desentrañará de qué manera la realidad ha encauzado los caminos literarios en México. Este certamen es parte de un trabajo de investigación financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad que se ha desarrollado durante los últimos tres años con un equipo predominantemente leonés. Además, este equipo acaba de alumbrar un libro que ha sido publicado por la aclamada editorial Peter Lang.
El profesor Javier Ordiz, director del congreso junto a Natalia Álvarez Méndez, destaca que la investigación ha tratado de rastrear las creaciones literarias no realistas. «Todas aquellas que se definen por lo que no es en lugar de por lo que es», destaca Ordiz, que precisa que una de las características de la literatura de lo fantástico en México es el gran número de autores y de subgéneros que puenden encontrarse desde el siglo XIX.
Destaca a Roa Bércena, a Carlos Fuentes, a Cecilia Eudade como banderas de cada una de las centurias que se han transitado en esta investigación y subraya el gran desarrollo que la literatura distópica ha tenido en los últimos años. «Este tipo de novelas comenzaron a desarrollarse tras el gobierno de Carlos Salinas, con un país sumido en el desastre económico y el descrédito de la clase política», precisa. Demasiado parecido a la situación que vive España cuyos escritores, sin embargo, aún no se han aventurado en este tipo de tramas. «Creo que en este caso los mexicanos nos precedieron en la crisis y, por eso, es ahora cuando la producción distópica esta comenzando», subraya el profesor, que cita algunas películas que ya nos hablan del mundo que nos espera.
Y es que este mundo del porvenir que las novelas más catastrofistas advierten es en muchos casos parte del pan nuestro de cada día. Carlos Fuentes fue un visionario. En su novela Cristóbal Nonato, el escritor azteca imagina un apocalíptico y caótico país que ha perdido territorio a causa de la impagable deuda externa y por el estrepitoso crack de 1990. Fuentes dibuja un país comida por la polución y el paro en el que la lluvia ácida y la sumisión mantiene al pueblo sujeto al mandamiento del poder.