La poesía y la prosa lograron vencer al frío en Riolago

En el incomparable marco del patio de entrada al palacio de los Quiñones, en Riolago de Babia, se celebró el pasado sábado el denominado I Encuentro de las Letras de Babia y Luna. A pesar del frío de la tarde casi un centenar de personas resistieron los rigores, movidas por el entusiasmo de oír hablar a poetas de esas comarcas y también de escuchar poemas y narraciones que les eran cercanos en sus recuerdos.

Silvia Aller González fue la organizadora e introductora del evento, y como tal presentó a sus compañeros no sin antes escuchar las magníficas interpretaciones que Rolando Estupiñán realizó al arpa como prólogo y también acompañamiento de los poemas.

Abrió la tarde poética Antonia Álvarez con sus vivencias babianas (pesan en sus poemarios los años de juventud en Rabanal), quien leyó un hermoso poema que dedicó a su padre, pero su frágil voz no le dejaba seguir y fueron tres personas de las allí presentes quienes le prestaron voz para que sus versos resonaran ante la fachada que hoy es sede de la Casa del Parque de Babia y Luna.

Correspondió después intervenir a Miguel Paz Cabanas, quien recordó su infancia en la zona cuando pasaba los veranos en casa del abuelo. Primero deleitó con su prosa y después con sus versos, menos pródigos en su trayectoria literaria, pero no por ello con menor hondura para llegar al público.

Benjamín Recacha no tiene orígenes en esos valles, su relación se remonta a sólo hace ocho años cuando visitó la comarca y se hospedó en La Cueta, pero le marcó lo suficiente como para utilizar paisajes babianos en su primera novela, de la que leyó un fragmento.

Finalmente Silvia Aller González también leyó cuatro de los poemas de su libro y antes de que el público se quedara inmóvil por el frío se le ofreció degustar los célebres ‘borrachines babianos’, no sin manifestar el deseo de que este Encuentro de las Letras continúe en próximas ediciones.