Diario de León

PATRIMONIO

España recupera un cañón y once piezas más del pecio de La Mercedes

Los objetos permitirán documentar aspectos de la vida a bordo de la fragata

Detalle de los objetos recuperados del fondo del mar

Detalle de los objetos recuperados del fondo del mar

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EFE | CARTAGENA

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Una expedición realizada a 30 millas de Cádiz ha recuperado un cañón de bronce y once piezas más del pecio Nuestra Señora de las Mercedes, hundido el 5 de octubre de 1804. Los objetos recuperados han sido elegidos por el peligro de su desaparición y porque permitirán documentar aspectos de la vida a bordo de la fragata, hundida a 1.136 metros de profundidad, de la que no queda madera, pero sí se descubrieron 21 cañones de hierro muy oxidados, 148 de los 800 lingotes de estaño, dos culebrinas y tres anclas, entre otros.

La expedición, que comenzó el pasado día 18, depositó en el lugar una placa de bronce en memoria de las 249 personas que fallecieron en aquella batalla con el texto: «En recuerdo de las víctimas de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes que fallecieron el 5 de octubre de 1804». El ministro de Cultura destaca que esta expedición ha sido pionera a nivel técnico, que este tipo de misiones hacen marca España, y su éxito podrá servir para iniciar otras misiones para encontrar pecios que no hayan sido expoliados como ha sido este caso por la empresa cazatesoros Odyssey.

¿Otro juicio?

Preguntado por la posibilidad de llevar a juicio a esa empresa por los daños al pecio, el ministro dijo que había que ser cauto, pero que pondría el asunto en manos del ministro de Justicia, mientras que Negueruela advirtió que se desconoce el estado del barco antes de que llegara el Odyssey, pero «ésta es la mejor manera de plantarles cara».

Uno de los daños documentados ha sido el empleo por Odyssey de grandes palas de hierro con las que barrieron el suelo marino para arrastrar todas las monedas que expoliaron de su fondo.

Mapa oceanográfico

Un equipo de científicos integrado por personal del museo nacional de arqueología subacuática (Arqua), que dirige Negueruela, así como otros del Instituto Español de Oceanografía y del museo naval de la Armada y expertos en el manejo de un R.O.V. (vehículo submarino por control remoto) y en filmación participaron en esta expedición abordo del buque «Ángeles Alvariño». Se ha realizado un mapa oceanográfico (batimétrico) y otro arqueológico con el posicionamiento de todas las piezas encontradas que han sido dejadas allí, mientras que otras se han traído para documentar aspectos de la vida a bordo de la fragata, como una maja de almirez de oro, una palmatoria de plata, tres cucharas, un tenedor y tres platos, todo ello de plata.

Estos materiales, tras su restauración en los laboratorios del Arqua, pasarán a formar parte de la colección del museo, y una película en muy alta definición se dará a conocer dentro de unos días para que el público conozca con detalle lo que se halla actualmente en el fondo del mar donde se encuentra la fragata.

Fueron cinco días de buena marea en un fondo plano en el que la rutina era bajar el robot submarino Liropus 2000, que tardaba una hora en recorrer los más de mil metros de profundidad para poder observar objetos que en su mayoría no han aguantado los 211 años de tiempo, con un estado de oxidación y corrosión que haría inviable su restauración, no así al cañón de bronce rescatado. Una de las pruebas argumentales para asegurar que se trataba de la Mercedes el buque expoliado es la existencia de culebrinas, ya que ningún barco del XIX las llevaba, ha explicado Negueruelo, y en este caso se trata de unas piezas de 2,40 metros con delfines rampantes en las asas, con un peso de 1.100 kilogramos que impidieron en esta expedición su extracción. Los científicos limpiaron en el fondo del mar alguna parte de las piezas para valorar y decidir si se extraían.

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