NUEVO DESCUBRIMIENTO ARQUEOLÓGICO
La huella romana sale a la luz en Villamontán
Localizan dos campamentos que datarían de los siglos I o II . d. C. Se trata de asentamientos militares de carácter temporal
La lápida de Villalís expuesta en el claustro de San Isidoro
a.g. valencia | astorga
La huella romana no deja de sorprender. Y la Valduerna es una de esas comarcas cargadas de historia. Lo dicen los restos ya documentados, como las lápidas de Villalís, expuestas en la Colegiata de San Isidoro, y nuevos hallazgos como son los dos campamentos romanos descubiertos por los investigadores Alejandro Valderas, Jesús Celis y Fernando Muñoz Villarejo. Dos asentamientos localizados tras muchos años buceando en los archivos y una pizca de casualidad. Sendos factores que, hace aproximadamente un año, propiciaron el descubrimiento que ayer se presentó en las Jornadas Internacionales sobre la evolución de los espacios urbanos y sus territorios en el Noroeste de la Península Ibérica, organizadas por la Universidad de León y la de Braga en la Casa Panero de Astorga.
Dada su importancia se quiere ahora plantear un proyecto de investigación que ayude a estudiar y a documentar al detalle el hallazgo, que ya se ha comunicado a la Junta. En concreto, se sabe que los dos campamentos fueron asentamientos temporales, ubicados en el término de Villamontán de la Valduerna, en plena Vía XVII del itinerario de Antonino, que servía para transportar el oro que se extraía del Teleno. De hecho, se trata de una zona donde se ha planteado la posible ubicación de la antigua ciudad de Argentiolum.
Los estudiosos han apreciado que los asentamientos podrían estar datados entre el siglo I y II después de Cristo, perteneciendo a la Corte IV Gallorum o vinculado a un cuerpo auxiliar de la Legio VII, respectivamente.
En esta línea, Valderas, Celis y Muñoz tienen confirmado, en base a los restos y a su distribución, que son dos campamentos militares superpuestos, de 5,8 y 3,8 hectáreas. También se han hallado en el lateral dos estructuras más y dos vías, una ya documentada, la vía XVII, y otra que, previsiblemente, la conectaría con la Vía de la Plata.
Por el momento, las lápidas militares halladas hace más de un siglo y los campamentos recientemente encontrados no se pueden relacionar con precisión, aunque no se descarta que en la zona también hubiera un templo. Lo que sí viene a confirmar el hallazgo de los dos asentamientos es que esas lápidas son leonesas, lejos de otras procedencias que se les han atribuido. «Revelan un asentamiento romano muy antiguo», explicaron ayer los estudiosos, que a través de una fotografía a vista de pájaro han ido radiografiando del terreno para dar con el yacimiento que se buscaban desde hacía más de un siglo.
No obstante, quisieron incidir en que la idea ahora es plantear un proyecto de investigación para analizar en profundidad el hallazgo, que viene a reforzar la importancia militar que tuvo la zona para el Imperio Romano y su localización estratégica.