Diario de León

MÚSICA

La extraña historia de la banda leonesa DDP

El grupo de la movida leonesa edita su primer disco 33 años después de desaparecer «Fuimos el verso suelto, los perdedores».

Imagen de los comienzos de la banda leonesa Fracción DDP que saca disco y se replantea su regreso con nuevos miembros. DL

Imagen de los comienzos de la banda leonesa Fracción DDP que saca disco y se replantea su regreso con nuevos miembros. DL

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pacho rodríguez | león

Mediados de los 80. De repente, la vida. Arquitectura. Final abrupto. El sueño que se congela: El hombre es el único animal que tropieza todo el tiempo contra el tiempo. Y en otro de repente, 2015/16, en busca del disco perdido. Recuperar la memoria de la banda, lanzar un flamante Lp: La extraña historia de Fracción DDP. El grupo de la movida leonesa que editó su disco 33 años después de desaparecer, con cedé y libreto interior y cerrar el ciclo. Porque, parece, Indiana Jones se ha hecho mayor. Todo esto cabe en la agridulce cabeza de Fran Zin, alter ego de Fran Delgado, leonés e impulsor del grupo, antes y después, arquitecto afincado en Valladolid y padre de tres hijos. Que ahora que ya tiene el disco, aunque siga con Fracción DDP, será con otros componentes. Porque el tiempo ha sepultado toda posibilidad de continuidad. Tiene tantas aristas esta historia, que merece ser escuchada.

—Enhorabuena. Materializar lo sentimental, cumplir un sueño, la vendetta de Fracción ddp... ¿Hay de todo eso en este gran disco?

—Gracias por lo de gran disco. Es la realización de un sueño, pero no perseguido todo el tiempo. No. Tampoco ha sido un vendetta sino un caso de envidia. El hecho es que me compré A propósito de Mi Universo, de Cooper, y, tras verlo completo y ver las caras de felicidad de Mario y de Alejandro grabando en Konk Studios, me di cuenta de que yo quería, necesitaba, vivir la experiencia de grabar mis canciones en un estudio en condiciones. Cuando envié la grabación que conservaba de Fracción ddp a los otros miembros de la banda, de los que no sabía nada desde hacía más de treinta años, estuvieron de acuerdo.

—Ahora, que ya está en nuestras manos, ¿uno cae en la tentación de pensar en lo que el grupo pudo ser y no fue?

—Ese es el pesar que he tenido toda la vida: no haber continuado en activo, ya que no pudo ser con el grupo, que tuvo un final abrupto forzado por mi marcha a Valladolid, al menos con mis canciones. Ahora hemos conseguido que aquellas canciones suenen, por fin, bien.

—¿Qué se les pasaba por la cabeza cuando lo grababan?

— Al principio, una inquietud inmensa por cuál sería el resultado, pero cuando ya empezamos a montar guitarras, las fantásticas guitarras de Mario (Cooper) y vimos las posibilidades que tenía Carlos M. Fernández en la producción, empezamos a darnos cuenta de que iba a resultar un disco memorable.

En su caso personal, ha evolucionado en gustos e influencias, supongo.

—Pero para mantener la filosofía real, ¿tuvo que hacer mucho esfuerzo para no incorporar novedades?

—Mi planteamiento inicial del disco era muy purista: casi una reintegración arqueológica de las canciones del 83. En aquel entonces y ahora soy un escuchador de música pantagruélico.

—Si tuviera que hacer ahora nuevas canciones (no sé si las hace...), ¿por dónde irían los tiros?

—Hago canciones. La experiencia de la grabación ha sido tan satisfactoria que me gustaría repetirla. Las canciones han seducido a mucha gente. Entre ellos, a un músico californiano, Emad Ali Khan, que tiene una profesionalidad y un talento extraordinarios. Estoy trabajando con él en el siguiente disco de Fracción ddp. Siempre sin abandonar la referencia del post punk. Sus influencias son: The Cramps, Fugazi, Black Flag… La verdad es que no me salen canciones alegres. Pueden ser rápidas o lentas pero siempre tiene que haber algo inquietante para que me resulte atractivo un tema.

—Y ahora, metido en harina de 2016, ¿planes de futuro?

—Estamos montando los temas del próximo disco al tiempo que buscamos músicos para la nueva formación de Fracción DDP, porque los antiguos miembros no pueden seguir. Ya te digo que el esfuerzo ha sido extraordinario y es irrepetible. Con esta nueva formación, cuando esté lista, defenderemos La extraña historia de Fracción DDP…”allí donde vayamos. Pero eso tendrá que esperar aún varios meses.

—¿Sigue de algún modo la escena musical leonesa?

—Sigo a Cooper, y a Alex Cooper. Bueno, casi puede decirse que le persigo. Es tan extraordinario en todos los aspectos… y sigo por la red social a los grupos de León. Acabo también de descubrir los nuevos trabajos de Kike Cardiaco. 

—En aquellos años de efervescencia musical local, ¿dónde ubicaría lo que fue Fracción DDP?

—Fracción DDP fue el verso suelto, oscuro, efímero, por qué no decirlo, los perdedores. Los admiradores de Parálisis Permanente, aunque también de mucha más gente: de estrellas como el   Bowie de Berlín. No olvido que en el concurso del Juan del Enzina de 1984 pasaban cuatro grupos a la final y Fracción DDP se quedó quinto. Leyendo la nómina de los grupos que pasaron tampoco fue tanto demérito: Deicidas, Ópera Prima, Fundición Odessa y La Fuga.

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