«La Panera no superará el invierno»
Forma parte del monasterio de Sandoval y, por tanto, también es BIC, pero la falta de entendimiento entre junta vecinal, ayuntamiento y gobierno autonómico han acabado por hundir su tejado. Es síntoma del estado actual de un cenobio cerrado, sin guía oficial, sin información y sin servicio alguno .
Dos imágenes del boquete abierto en el tejado de la Panera, edificio que forma parte del complejo de Sandoval, y vistas del edificio, que nunca ha contado con horarios, guías, ni información al visitante a pesar de ser Bien de Interés Cultural y ubicarse
e. gancedo | sandoval
«Cuando paso por delante de la Panera tengo que volver la cara para no ver que el agujero se va haciendo cada vez más grande...». Lo dice Josefina Palmier, presidenta de la junta vecinal de Villaverde de Sandoval, la población inmediata al gran monasterio leonés cuya ruina se va haciendo más evidente con cada día que pasa. Y la suya es una de las tres administraciones implicadas en la salvaguarda de este complejo monástico cuyo claustro lleva ocho años cerrado y cuya magnífica iglesia sólo puede visitarse los domingos con motivo de la misa o de forma extraoficial gracias a un vecino que vive junto a sus formidables muros. En concreto, uno de los edificios, la formidable Panera, de unos 500 metros cuadrados, vive una situación límite con el derrumbe de gran parte de su tejado.
El alcalde de Mansilla Mayor, José Alberto Martínez, recordó a este periódico que en 2010 la Junta de Castilla y León estaba dispuesta a aportar 90.000 euros para su arreglo a cambio de que la junta vecinal —su propietaria— «cediese su uso, a lo cual se negaron porque pedían, en contraprestación, que les hicieran otras obras en el pueblo». Hace unos meses, el consistorio volvió a fijarse el objetivo de salvar el edificio, fechado en 1789, para crear en él un centro de visitantes o un albergue, entre otras posibilidades, «aunque ahora el presupuesto necesario sería de 200.000 euros», objetó. Redactaron un proyecto para ser enviado a Valladolid que la junta vecinal rechazó, por lo que Martínez les invitó a presentar uno propio, «algo que aún estamos esperando», manifestó, y fue tajante al asegurar que la Panera «no superará este invierno».
Por su parte, Josefina Palmier confirmó al Diario que sí presentarán esa propuesta, y que «confían» en el entendimiento entre las tres partes. «Somos un pueblo pequeño y sin apenas patrimonio. Y los vecinos de Sandoval, a los que represento y a los que me debo, no desean dar así como así un bien que les pertenece desde el año 1941. Planteamos disponer de un salón del pueblo porque no tenemos un lugar donde reunirnos, pero, eso sí, ha de quedar claro que nosotros tampoco queremos que la Panera se caiga, y que deseamos que el monasterio sea visitable con una persona formada».
De momento, y como no hay victoria pequeña relacionada con la sufrida historia de Sandoval, Martínez informó de que, al menos, se ha obtenido una ayuda de 35.000 euros para arreglar las goteras del tejado de la iglesia.