Diario de León

Los 15 años de santa Teresa en la Cepeda

Antonio Natal publica el libro que rebate el origen abulense de la santa Busca la partida bautismal en el Vaticano.

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Teresa de Jesús no sólo nació en la Cepeda sino que en estas tierras leonesas habría vivido hasta los 15 años de edad. Así lo reivindica Antonio Natal después de la exhaustiva investigación que condensa en el libro Teresa de Cepeda. Realidad y leyenda que presenta hoy en el palacio de los Pernía de Otero de Escarpizo (19.30 horas).

«Tengo demostrado al 90% que Santa Teresa nació en la Cepeda y vivió durante 15 años aquí antes de irse a estudiar al convento de Nuestra Señora de Gracia de Ávila». Antonio Natal, natural de Ferreras de Cepeda, lleva años tras la pista de los «auténticos» orígenes de la fundadora de la orden del Carmelo.

Las raíces hebreas de la santa y de su familiason la causa de las dificultades para dar con la partida bautismal. A falta de esta prueba definitiva, Natal ha optado por una «narración histórica, nutrida con ficción y realismo mágico» y en la que da a conocer cartas inéditas de Santa Teresa y de su discípula y secretaria Ana de San Bartolomé.

La primera y una de las más reveladoras pruebas de los orígenes cepedanos de Teresa es el cuadro que se encuentra en el monasterio abulense donde Teresa ingresó a los 15 años, y que Benito Escarpizo ha ‘limpiado’ hasta llegar a la pintura original. Tras su descubrimiento hace dos años, como ya adelantó Diario de León, ahora ilustra la portada del libro. En la obra, anónima, aparecen dos mujeres. La más joven está vestida con chambra (blusa), falda hasta los pies y ruedo (mandil) verde. «Es el traje típico de la Cepeda y su primera imagen», asegura.

El libro echa por tierra los orígenes abulenses de la santa: «Dice que niña vivía en un lugar con fuentes, arroyos y huertas y cuando su secretaria, Ana de San Bartolomé, le pregunta si se refiere a Ávila le responde: ‘No, no. Yo nunca viví ahí. No me refiero a Ávila que ella tiene un terreno mísere (miserable)», comenta. Antonio Natal fija los orígenes de la santa en Quintana de Cepeda —Quintana del Castillo desde la época de Felipe IV— donde «lamentablemente quemaron los archivos hace 30 años» y no hay rastro de las partidas bautismales. La de Santa Teresa la ha buscado infructuosamente en el archivo diocesano y ahora tiene la esperanza puesta en el Vaticano.

Otra de las pruebas a favor de que Santa Teresa nació y vivió en la Cepeda los primeros 15 años de su vida es su dominio del habla cepedana. Cuenta Natal que en su época de estudiante conoció en Madrid al catedrático Francisco Sánchez Castañer quien le hizo ver que la manera de escribir de Santa Teresa no era propia de la lengua castellana. «Tú, que eres de León, míralo», le repitió.

Este catedrático y la madre escolapia Felicidad Bernabeu fueron pioneros en apuntar el uso de la lengua romance en la escritura de Santa Teresa.Natal añade que «el ADN del habla cepedana lo detectan perfectamente las obras Vocabulario de La Cepeda , de Armando Álvarez, y El habla de La Cepeda , de Ana María de la Fuente, una tesis doctoral extraordinaria dirigida por Salvador Gutiérrez», precisa.

A lo que se añaden los argumentos de Menéndez Pidal y Azorín: «Afirmaron que Santa Teresa no escribió realmente en castellano pues esta lengua no estaba aún conformada, sino en dialectos o hablas que le dan suaves delicadezas». Los expertos creen que «nadie que no haya vivido en el lugar donde se habla así sería capaz de escribir con sus giros y concordancias».

Natal defiende que Santa Teresa regresó a su tierra dos años después de irse a estudiar «a curarse de una enfermedad» con los métodos tradicionales de los curanderos de la comarca y apunta a Castro de Cepeda como el lugar de esta convalecencia, en el convento de San Pelayo, de regla agustiniana.

El libro también ahonda en los lazos que unieron a Santa Teresa con dos frailes leoneses. Su gran valedor, San Pedro de Alcántara, de Villaturiel, y Fray Pedro Ibáñez, del monasterio de Trianos de Sahagún, quien la defendió de las comunidades religiosas que pretendían cerrar San José. Fray Pedro pidió a Santa Teresa que «comparase las cuatro formas de oración con las cuatro formas de regar» con las que ella que impregna el Libro de la Vida y Castillo interior .

Otra novedad, es la presencia de la familia de la santa en el Nuevo Mundo. «Gaspar de Cepeda es capitán general de los ejércitos y vence a los sublevados de Pizarro» y Lorenzo —a quien ella llama Lorencio, en habla cepedana— «cada año enviaba al puerto de Sevilla 40 toneladas de oro y 274 plata». Cuando la princesa de Éboli denunció a Santa Teresa a la Inquisición, Lorenzo vino a ver al rey y le alertó del robo del tesoro. De esta manera Felipe II conseguiría el dinero para hacer El Escorial y Teresa se salvó de la hoguera.

La Cepeda protagoniza desde mañana hasta el 14 de agosto otro evento cultural en torno a una exposición de pintura, escultura, vidrieras, objetos arqueológicos y etnográficos de Benito Escarpizo en Villamejil.

Es la primera de una serie de muestras monográficas sobre autores cepedanos, organizada por la Asociación Rey Ordoño I - Amigos de La Cepeda. El día 10 mesa redonda sobre literatura y pintura cuenta con Benito Escarpizo, la escritora Mercedes González Rojo y el periodista y escritor Tomás Álvarez.

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