Saqueadores asaltan el yacimiento de La Carisa
La arqueóloga que acaba de descubrir un nuevo campamento y restos de un barracón romano en este enclave de la Cordillera Cantábrica denuncia expolios.
Imagen de las últimas excavaciones llevadas a cabo en el yacimiento de Llagüezos, la parte leonesa de La Carisa. JUANJO ARROJO
verónica viñas | león
Tierra removida y agujeros. Los buscadores de tesoros ni siquiera tienen la precaucación de borrar sus huellas. La arqueóloga leonesa Esperanza Martín, responsable de las excavaciones que se están llevando a cabo en La Carisa —un yacimiento que se reparten León y Asturias—denuncia la presencia de expoliadores. «Llegan con los detectores de metales y excavan. Pillarles in fraganti es casi imposible», lamenta, aunque denunció los hechos a la Guardia Civil. Básicamente, los saqueadores intentan localizar monedas romanas, pero pueden provocar daños irreparables en una zona arqueológica que es excepcional.
Se trata de «un campamento singular y atípico en el Imperio Romano, porque la tipología de las defensas, con cuatro fosos en lugar de uno, no responde a ningún modelo, no tiene parangón, lo que lo convierte en un unicum», según la arqueóloga.
La última campaña ha permitido localizar en Llagüezos (en el municipio de Villamanín) un nuevo campamentos, así como restos de un barracón «petrificado». «No se trata de una construcción provisional, sino muy sólida y con gruesos zócalos de piedra». Los romanos —explica Martín— «explanaron el cerro para asentar los barracones», lo que da idea de la importancia de este asentamiento y el propósito de permanencia, aunque aún queda mucho por explorar.
A vista de dron
Martín, que ha utilizado drones para intentar deliminar este gigantesco bastión romano, calcula que el campamento en la vertiente leonesa ocuparía más de ocho hectáreas.
Los trabajos se han ido alternando en función de la institución que los financia. Este verano, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Villamanín aportaron 6.000 euros para ‘radiografiar’ un campamento que obligó a los romanos a construir una calzada de 42 kilómetros, una gran ‘autopista’ para conquistar la salida al mar desde las montañas leonesas. La vía Carisa es uno de los trazados más antiguos conocidos en el norte leonés, que fue mejorada en el año 26 antes de Cristo por el general romano Publio Carisio, al que debe su nombre.
Hasta la fecha el yacimiento, situado a 1.800 metros de altura, ha recibido más apoyo del Principado de Asturias y de los ayuntamientos de Lena y Aller que de las instituciones leonesas, pese a que la arqueóloga intuye que los mejores vestigios se hallan en terrenos de esta provincia; básicamente, por su orientación al sur, en una zona más abrigada y, por tanto, con mejores condiciones de habitabilidad.
En la última campaña también aparecieron en Llagüezos elementos de artillería; en concreto, grandes ‘flechas’ que se lanzaban con gigantescas ‘ballestas’.
El Principado, que considera La Carisa como una efectiva arma contra la despoblación del medio rural, acaba de aportar otros 3.747 euros —la mitad de lo solicitado— para concluir la magnometría del yacimiento y detectar nuevos restos en el campamento de La Coaña. Aún falta mucho por hacer, como un amplio sondeo en las defensas en la pare asturiana, así como en la zona superior —donde ha aparecido el primer barracón—, en la vertiente leonesa. El Principado inició en verano los trámites para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) su parte del yacimiento.
La Carisa fue ‘reutilizada’ por las tropas franquistas, que aprovecharon la zona romana para levantar un campamento durante la Guerra Civil, del que han aparecido numerosos restos. Esta ocupación ‘desdibujó’ el enclave en el que dos mil años antes los romanos combatieron contra los astures. La aparición de una moneda del siglo 75-90 antes de Cristo demuestra que los romanos llegaron aquí antes de lo que se creía hasta ahora.