El León sefardí revive en el Palacio del Conde Luna y el Barrio Húmedo

León fue de todo pero la huella judía aún invisible es más que presente en su historia. Y el Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Promoción y Acción Cultural dirigida por Evelia Fernández, en colaboración con la Red de Juderías, rescatará casi como la vieja costumbre de contar el pasado en conjunto, con visitas didácticas y guiadas en el Palacio del Conde Luna, para conocerlo por dentro y por fuera, por ese entorno formidable, de ciudad única, que es el Barrio Húmedo. Y así puede partir una historia que parece un guión.

Hasta el 15 de diciembre, las visitas al Palacio del Conde Luna podrán disfrutar de la vista y del oído al escuchar de forma narrada lo que le ocurre a los pueblos. Ese León como ejemplo de mezcla de culturas, con lo sefardí como telón de fondo y para saber de la antigua Aljama en el Barrio Húmedo.  

Según señaló ayer la propia Evelia Fernández «se trata de conocer el Palacio y explicar el Barrio Húmedo», afirmó en relación a las conexiones históricas de siglos de este peculiar entorno leonés ahora epicentro hostelero casi burbuja pero que fue lugar de comercio, de gremios y artesanos.  

Los sábados, a las 12.00 y 18.00 horas, respectivamente, y los domingos y festivos a las 12.00 horas será el momento de la realización de estos pases en los que se recorrerán los avatares vividos para convertirse en un importante centro judío, su desarrollo y su posterior desaparición. «Queremos recuperar las visitas acompañadas, guiadas y didácticas. La gente venía en solitario al Palacio y no recibía información, indicó Fernández, en el sentido de que este proyecto, que cuenta con una aportación de 3.000 euros, por parte de la Red de Juderías, ofrecerá un servicio que cada vez demanda más tanto el turista como el usuario de espacios culturales.  

El contenido es amplio como un guión histórico. Porque ese León fue sefardí. Y lo cuenta el Ayuntamiento leonés cuando se narra que «en 1196 fue arrasado Puente Castro y su aljama se trasladó a la ciudad de León, delimitada por las actuales Plaza Mayor, de Santa Ana y del Grano». Ese pasado comercial quedó grabado como lugar de desarrollo de gremios, o la constancia histórica de la sinagoga presente en la calle Misericordia.  

Zapaterías, Platerías o Azabachería para luego aparecer Misericordia, Santa Cruz, Puerta Sol, como otros nombres que de manera simbólica puntualizan la historia.  

La presencia hebrea en León también consta de restos de construcciones medievales en la aljama. Las bodegas, el patio de Jabalquinto, el Portillo de los judíos. Un pasado que se rememora para que el Barrio Húmedo recupere la importancia de lo que fue más allá de ser punto de frenético encuentro juvenil o de desarrollo hostelero. «También dar a conocer ese esplendor de convivencia de culturas en los tiempos de las juderías», señaló la responsable municipal de Cultura Evelia Fernández.