Isabel y Fernando se casaron por imposición de la Corona de Aragón

El matrimonio de Isabel La Católica con el príncipe aragonés Fernando «fue en cierto modo impuesto por la Corona de Aragón, que así situaba a uno de los suyos en el trono castellano», manifestó Tarsicio de Azcona, autor de la biografía de la princesa. Aragón apoyó a la facción castellana que defendía los derechos de la princesa Isabel para situar a Fernando en el trono de Castilla, pero este objetivo se vio de alguna manera entorpecido por el temperamento de Isabel y de los castellanos, que no permitieron que el príncipe y su tierra prevalecieran en Castilla. A esta situación contribuyó también el diferente talante de ambos cónyuges, pues Fernando era ya desde su juventud mucho más liberal en costumbres y tuvo cuatro hijos naturales. La biografía, publicada por La Esfera de los Libros, recupera la figura de la reina de Isabel La Católica, con motivo de cumplirse en próximo año 2.004 el V Centenario de la muerte, y acerca su figura al público culto, conservando lo sustancial y añadiendo las nuevas investigaciones. La obra de Azcona se ha centrado mucho más en documentos que en fuentes narrativas, tanto en lo referente a Castilla como a Portugal, Aragón y América, porque «hoy se fundamentan las biografías mucho más en fuentes documentales, ya que cronistas pagados como Palencia o Bernáldez tendían a la exaltación de los monarcas». La documentación «devuelve el personaje a su sitio» y matiza más, pues una biografía no puede basarse sólo en criticar, sino hay que examinar cada hecho del reinado, sobretodo la revolución nobiliaria de la primera etapa, lo que ayuda a comprender la deposición de Enrique IV y el nombramiento de su hermana como princesa heredera. Respecto a la beatificación que algunas instancias piden para Isabel La Católica, Azcona precisó que no es ni ha sido nunca «ni abogado del diablo ni protector de la fe», sino que ha intentado siempre restablecer desde el punto de vista crítico la biografía de la reina.