El movimiento perpetuo de Juan Carlos Uriarte

Puede la pintura ser pura música; los colores, una sinfonía; y la obra, una suerte de adagios o moderatos, según el tempo que utilice el artista. Juan Carlos Uriarte hace tiempo que ha imbuido a sus creaciones de un ritmo espiritual, donde, en ocasiones, los silencios son parte esencial de un pentagrama cuya melodía no siempre es explícita. Movimiento perpetuo es un excelente título para la exposición que el pintor leonés presenta en el Auditorio -hasta el 28 de julio-, al amparo del Festival de Música Española, que ha querido rendir en esta edición un homenaje al compositor astorgano Evaristo Fernández Blanco, un hombre cuya sensibilidad, no del todo reconocida, sí ha calado en la hondura de unas obras en las que Uriarte sintoniza a la perfección con el autor de la Obertura dramática. El lenguaje es sólo la herramienta. La música y la pintura, sueños y sentimiento. Auditorio. Hasta el 28 de julio. Horario: de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 (de lunes a sábado); domingos, de 10.00 a 14.00.