Diario de León

GUNTHER SCHULLER COMPOSITOR

«Los directores de hoy creen que son dioses y pueden corregir a Brahms»

En estos momentos es el músico más importante de Norteamérica y ha pasado por León desapercibido, después de trabajar durante dieciocho días con la Joven Orquesta Nacional de España en un programa con el que viajarán

Gunther Schuller, compositor estadounidense, en su habitación del Hospital de León

Gunther Schuller, compositor estadounidense, en su habitación del Hospital de León

Publicado por
Miguel Angel Nepomuceno - LEÓN.
León

Creado:

Actualizado:

Recuperado ya de su dolencia, Gunther Schuller nos habla de su vida y su trabajo con los grandes directores del mundo como Bernstein, Walter, Toscanini o Abbado, así como de los grandes del jazz como Armstrong, Davis, Dizzy Gillespie o John Lewis, con los que ha trabajado desde los 17 años. Hijo de emigrantes alemanes, Schuller nació en Nueva York el 22 de noviembre de 1925. Estudió flauta y trompa y teoría de la música, llegando a los 17 años a ser trompa principal de la Orquesta Sinfónica de Cincinatti y dos años después, de la Metropolitan Opera House de Nueva York. A los 25 años fue profesor de la Manhattan Schoool of Music. Sus escritos y su labor como compositor, con más de 160 obras en su haber, le han merecido lo premios más importantes, como el Pulitzer en 1994 o el BMI a la labor de toda una vida dedicada a la composición, además de diez doctorados Honoris Causa. Nos recibe mientras escucha a Brahms y comenta que RNE es una emisora inteligente «porque además de hacerme compañía -dice-, emite la música que a mí me gusta». -¿Por qué el jazz para empezar? -Tenía doce años cuando comencé a escuchar a Duke Ellington, a Charlie Parker, a Armstrong, y me acerqué a ellos de una manera instintiva, atraído por su sonido. En seguida me di cuenta de que no había diferencia entre su música y la clásica. Únicamente cambian las formas. Mi padre decía que estaba loco porque me dedicaba a esos sonidos, para él un tanto ininteligibles. Un día me llevo al Metropolitan y después de escuchar la música que allí se hacía dije «¡Esta es la música que quiero hacer!» A partir de ahí decidí hacerme compositor. -De todos modos, ¿quién fue el que más le influyó? -Duke Ellington por lo que tenía de innovador, de líder, de creador, además de compositor. -¿Cree en los mitos? Uno de los mitos mayores consiste en la desgraciada noción de que la creación musical es un acto nebuloso e indefinido, fuera del control del compositor; y que existe un estado denominado inspiración que periódicamente desciende de arriba, y que es acordado sólo a aquellos compositores quienes, por razones igualmente indefinidas, se hallan especialmente dotados para recibir tales inspiraciones. -¿Cómo ha encontrado a la JONDE? -Desde un punto de vista técnico me han parecido fantásticos, con una excelente preparación. Lo que he visto es que carecen de comunicatividad, de ese don para llegar a la gente. Con Brahms he tenido que trabajar duro porque ellos no tocan lo que Brahms escribió sino lo que han oído a otros directores y esto es muy malo para los jóvenes. Al principio lo más importante es tocar lo que ha escrito el compositor, porque sino caemos en el error. Los directores están más ocupados haciendo millones de dólares que tocando la música como se debe de tocar. Piensan que son mejores que Brahms y que se le debe corregir. ¡Qué ignorantes!. -¿Qué dijeron los jóvenes músicos cuando les indicó eso? -Quedaron estupefactos. Yo les dije vamos a comenzar de nuevo. Y lo hicieron, pero al acabar les volví a decir no, toquémoslo otra vez y respondieron ¿pero si está bien tocado? Me costó quince minutos hacérselo tocar como está escrito. Después, cuando caí enfermo y supieron que no podía dirigirlos se me presentaron aquí, algunos llorando, para decirme: «maestro, queremos que usted nos dirija, lo tocaremos como nos ha dicho». ¿Qué tal resultó el concierto?, nadie me dijo nada, déjeme el programa pues tampoco me lo han dado. -Tocaron como usted les indicó. ¿Qué tal el nuevo director que le relevó? -Xavier Puig es un director inteligente que se pasó a mi lado todos estos días. Creo que habrá hecho una buena producción. Aprendió mucho con los chavales y yo le di unas cuantas pautas para que aquello fuera lo más digno posible. -Así fue. Pero Brahms no fue lo mejor de la noche. -Ya en los ensayos me di cuenta de que intepretaban mejor a Agustín Charles y mi obra, pero por proximidad en el tiempo y juventud. Brahms, como todos los clásicos, requiere una lectura mucho más matizada. De cualquier forma es una orquesta magnífica, que no tiene nada que envidiar a las norteamericanas o centroeuropeas. Schuller dice esto mientras se dispone a preparase para la visita del médico que le atiende desde hace diez días. Diez largos días en los que ha estado sólo en un hospital, olvidado de quienes le han traído a España. Su hijo llegó anteayer dispuesto a llevárselo a los EE.UU. Pero por León Schuller ha pasado como un silencio de blanca.

tracking