Ángel Corella creará una escuela que evite «la fuga de talentos»

El bailarín Angel Corella, que hoy actúa en el Festival de Peralada, afirmó ayer que ha creado una fundación para constituir una escuela-residencia y una compañía de danza clásica para los bailarines jóvenes y evitar así que tengan que marchar al extranjero. Angel Corella (Madrid, 1975) bailará en el Castillo de Peralada (Gerona), dentro de la XV edición de este festival internacional, acompañado por algunos de los primeros bailarines del American Ballet de Nueva York, del que es su primera figura desde hace siete años. El bailarín, recién llegado de Japón, ofreció ayer una conferencia de prensa para informar del programa que presentará en Peralada, y que incluirá coreografías como In the middle, Romeo y Julieta, el Paso de Dos de Chaikovsky, El Corsario, Manon, Raymonda, Growth o Llamas de París. Diez años después de su primera actuación en Peralada con el ballet de Víctor Ullate, Corella indicó que la fundación por él creada podría, en un plazo de unos tres años, desembocar en una compañía propia de danza clásica. «Yo tuve que irme a Estados Unidos en un momento que tenía que decidir entre probar fortuna fuera o dejar de bailar, y pretendo que muchos otros bailarines con talento no tengan que pasar por esta experiencia», señaló. A su juicio, se trata de crear una escuela para bailarines de todo el mundo a partir de 12 años, donde podrán seguir también estudios generales, y que estará dotada de todos los medios necesarios para que puedan formar parte en el futuro de una compañía de danza clásica con unos 60 componentes de la que Corella sería el director, pues compaginaría esta labor con su dedicación profesional a la danza. Según la vicepresidenta de la Fundación, María López Eirín, están a la espera de definir la ubicación definitiva de la escuela, y, aunque su idea principal es situarla en Cataluña, no se descartan propuestas de otras partes de España. «Tiene que ser un lugar no urbano, en plena naturaleza, con aulas grandes de danza y un teatro que sirva de sede futura a la compañía de danza», explicó Eirín, que ha presentado este proyecto a diversas administraciones y que ha expuesto que la escuela se financiará con las cuotas de los alumnos principalmente, ya que sólo los mejores gozarán de algún tipo de beca. «Será un centro de alto rendimiento para 150 bailarines donde algunas primeras figuras impartirán además conferencias y clases magistrales, habrá exposiciones de fotografías de danza y se creará el I Premio Internacional Ángel Corella de danza», añadió López Eirín, quien insistió en que «se elegirá el lugar más idóneo» para acogerla. La intención, en su opinión, no es solamente formar bailarines, sino también «gente con criterio sobre lo que es la danza», que recibirán enseñanzas «de todas las escuelas -rusa, cubana, francesa, neoyorquina-», según Corella, y que pretende así «compartir todo lo que he aprendido en estos años en el American Ballet o la Scala de Milán». «Pretendemos crear una de las mejores escuelas de danza del mundo y contar con los mejores profesores», dijo.