El sonido de las estrellas, hoy, en el Auditorio de León

Aunque el gabinete de prensa del Auditorio no ha facilitado la información de este memorable concierto, lo cierto es que el acontecimiento merece la máxima atención porque son escasas las ocasiones en las que se tiene la oportunidad de escuchar en directo una obra de las dimensiones y las características vocales de «El Mesias», servida por los intérpretes más reconocidos del mundo bajo la dirección de una de las batutas con mayor prestigio de los últimos veinte años como es el británico Paul Goodwin a quien el director titular Christofer Hogwood nombró en 1996 director asociado y con el que ha trabajado en los últimos seis años de manera muy próxima. «Más parece obra de ángeles que de hombres», dijo Mozart cuando escuchó por primera vez «El Mesías» y fue tanto el impacto que le causó que posteriormente lo adaptaría en una versión que es la que se interpreta actualmente en todo el mundo. Esta grandiosa partitura viene a ser una sinfonía con voces solistas y corales. Dividido en tres partes, la precede una obertura con un breve grave y un allegro y está constituido por 14 arias, 13 recitados que preceden a arias o a coros, 2 airosos, un dúo y 21 coros a cuatro voces con orquesta. No hay números para solos y coro. Haendel mismo se entretuvo en entresacar de los libros sagrados una Mesíada. Supuso que todos conocían la historia del nacimiento, pasión y muerte de Jesús y descartando el diálogo y evitando el Cronista y los personajes conocidos, se puso a cantar poéticamente, con el mismo texto bíblico, algunos de los sucesos más grandes sin atenerse a las exigencias del diálogo, alternó los recitados, que son escasos y breves, con las arias y los coros, creando así una obra absolutamente original, tanto por la belleza de cada número como por la totalidad de la composición. Obra de arte en sentido puro, tanto por el ámbito espiritual y conceptual, como por las intenciones de lo pastoril y de lo trágico, ligadas, naturalmente, a su tiempo. Obra definida, convincente, exhaustiva, en la elocuencia melódica y rítmica, como era propio de este compositor. La unidad estilística unifica espiritualmente los números que más se resienten hoy de la forma usual en aquel tiempo. Aunque enfáticos y heroicos, no obstante son gallardos y convincentes, por tal razón obtienen del drama la poesía más viva y el lirismo más puro. Semejante unidad contribuye a fundir los varios episodios del texto en un poema sin discontinuidad. Es preciso llegar a los oratorios de Haydn para encontrar una concepción y una realización tan líricas y tan precisas. El Mesías es bello y fácil a la vez; por eso se conquistó popularidad en todo el mundo; su brillante contenido se percibe con rapidez; la complejidad es aquí muy clara y la elocuencia está llena de fuerza comunicativa. Lo más original La Academy of Ancient Music se formó en 1726 y con el fin de interpretar música antigua - definida inicialmente como la compuesta 100 años antes, pero que pronto abarcaría a compositores contemporáneos, sobre todo a Handel. En 1973 Christopher Hogwood llevó a cabo el resurgimiento de la actual Academy. Este conjunto reúne especialistas del estilo barroco y clásico, que tocan instrumentos antiguos. Siguiendo la idea de trabajar con otros directores, Christopher Hogwood nombró en 1996 a Paul Goodwin como Director Asociado y a Andrew Manze, Asociado y Concertino. The AAM es conocida especialmente por ser pionera en sus grabaciones con L''Oiseau-Lyre para Decca. Ha sido la primera orquesta en grabar todas las sinfonías de Mozart con instrumentos originales, además de la integral de conciertos para piano y sinfonías de Beethoven. Entre sus principales proyectos actuales está la integral de conciertos para piano de Mozart con Robert Levin. Entre sus lanzamientos de ópera en CD mencionar «Dido y Eneas» de Purcell, «Orlando» de Handel y «El rapto del serrallo» de Mozart. Su grabación de «La Clemenza de Tito» de Mozart con Cecilia Bartoli obtuvo en 1995 el Preis der Deutschen Schallplattenkritik y una nominación a los Grammy en 1996. La colaboración con Bartoli continuó con el «Orfeo» de Haydn y se mantuvo con «Rinaldo» de Handel (otoño 2000). Bajo la dirección de Paul Goodwin y Andrew Manze, The AAM tiene tambiÚn un contrato en exclusiva con el sello discográfico Harmonia Mundi USA. El primer disco fue con conciertos de Bach, en 1997, con un excelente éxito de ventas y crítica. En 1998 salió el «Concierto en honor del Príncipe de Polonia» de Vivaldi y la integral de Concerti Grossi Op.6 de Handel. La dos primeras grabaciones de Paul Goodwin con The AAM fueron, una selección de música de Navidad de Schetz y Zaída de Mozart, a las que siguió «Eternity Sunrise» de Taverner junto al Coro King''s College de Cambridge. Su última grabación han sido los Concerti Grossi Op.5 de Geminiani, bajo la dirección de Andrew Manze . Otros proyectos en vídeo o televisión, incluyen «El Mesías» de Handel, «La Creación» de Haydn, y «La Hechicera» protagonizada por Kiri Te Kanawa interpretando arias de varias óperas de Haendel.