El desembarco de un leonés en Normandía

En Normandía todo es desembarco. Hay museos públicos y privados, conmemoraciones y una consideración patriótica del acontecimiento ocurrido en 1944. Un gran castillo convertido en hospital para los aliados en ese momento clave de la II Guerra Mundial, y que cuenta hasta con una iglesia de grandes dimensiones fue adquirido por un leonés de Laguna de Negrillos. Así es como aparece Manuel Camino en esta historia. Camino es un constructor que hizo gran carrera en el sector en Barcelona. Amante de la Historia y los grandes hitos ocurridos en Europa. Y, por otra parte, un tipo audaz del Páramo leonés, puesto que hacerse con este castillo no es una excepción en su trayectoria.

«Lo compré hace años. Sin una idea concreta. Pero vi pronto que el Desembarco de Normandía está vivo. Es un acontecimiento que supera las generaciones y que si a Francia le interesa para EE UU es un asunto patriótico», explica este leonés de 68 años.

De esta manera, y desde Barcelona, que es su lugar de residencia, fue barajando las diferentes posibilidades que había para que este gran edificio se incorporara a este sentimiento. «Pensé en acoger cediendo espacio a algunos de los muchos museos públicos y privados que hay en la zona. Esto está cerca del lugar histórico. Por eso creí que se podría hacer un centro relacionado con el desembarco», explica acerca de lo que sería un centro que interpretara los hechos acaecidos en 1944 y que fueron claves en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial.

Pero, por lo que se ve a la legua, en el caso de Manuel Camino siempre pesa más su talante emprendedor. «La playa de Normandía es conocida como la playa de París. Y a partir de ese interés que despierta también pensé que era una buena idea crear un hotel temático», explica.

Así debe de ser cómo este leonés inicia auténticas tormentas de ideas que no ponen freno a su actividad. «Si cuento con 9.000 metros cuadrados de edificio me da para hacer unas 150 habitaciones. Y en ellas se puede contar el desembarco. Y destacar personajes y homenajearlos. Al soldado Ryan, a los capitanes, a los generales. He pensado en una suite que sea suite general Patton», va narrando sobre la marcha.

Cómo puede llegar un leonés a un tema tan alejado de su tierra no tiene ningún mérito para Camino. «Podría habérsele ocurrido a uno de Burgos o de Zamora. Ser de León en este caso no tiene nada que ver», afirma.

Pero sí es peculiar este origen de Manuel Camino cuando en realidad, sin saberlo, llevaba un marino dentro. «Cuando conocí el mar tenía 14 años. Fue en Gijón. Apunté el día y la hora exacta. Me fascinaba. Y, bueno, sí que puede que no sea muy normal que uno de Laguna de Negrillos sea capitán de barco y haya estudiado en Barcelona ingeniería náutica», aclara.

Tal vez de ahí venga su espíritu aventurero que le llevó a Cataluña y luego a dedicarse a la construcción. Y que sí sienta como cierta asignatura pendiente volver más a León. «Sí tengo la sensación de que a veces debería visitar más León. Pero surgen imprevistos», dice. De momento, desembarca en Normandía. Tal vez, algún día en León.