Armas secretas y un perro robot para el Patrimonio leonés

Tener un gemelo es la mejor ‘arma secreta’ de cualquier monumento. La Catedral de León cuenta con un ‘duplicado’. La misión se le encargó al perro Spot. La empresa leonesa Plain Concepts junto con Leica llevó de paseo al can robótico por el interior del templo gótico.  Spot realizó un escaneado láser y captó  5.000 millones de puntos, que, unidos, reproducen con fidelidad milimétrica cada rincón del interior y del exterior del edificio del siglo XIII. Una herramienta imprescindible en casos de desastre, como ocurrió con el incendio de la catedral de Notre Dame, o para comparar su estado actual con el futuro. El trabajo de Spot tiene más utilidades, como «poner a disposición de todo el mundo un visualizador que va a permitir entrar en las entrañas de la Catedral de León, comprobar cómo está hecha, cuál es su forma real y no la que apreciamos» y permitir que «cualquier persona disfrute de este edificio tan sobresaliente del patrimonio histórico español», explica la web de la multinacional leonesa.

En el siglo pasado, los gemelos jugaban malas pasadas. Es lo que le sucedió a la Virgen de la Consolación, una talla del siglo XIII del mismo autor que la célebre Virgen Blanca. La escultura quedó en un gravísimo estado de conservación por culpa de su ‘doble’. Al hacer una réplica de la estatua ubicada en una hornacina del claustro de la Catedral, con el fin de colocarla en el arco de Nuestra Señora de Regla, los artistas dañaron la escultura original en el proceso de ‘sacado de puntos’, una milenaria técnica empleada en escultura que consiste en determinar las distancias en el modelo y traspasarlas al bloque de piedra. La cara de la Virgen quedó como si tuviera varicela, no solo puntos de pintura difíciles de eliminar, sino también perforaciones.

Ahora las nuevas tecnologías no son ‘invasivas’. Ni siquiera rozan la ‘piel’ de los monumentos. No solo se puede guardar la Catedral en una memoria (pendrive), sino, quizá, hasta fotocopiarla en 3D a tamaño real. Ya lo hizo hace cuatro años el Museo Arqueológico Nacional con un arco del monasterio de San Pedro de las Dueñas. El arco fue desmontado en 1931 durante unas obras clandestinas. Tal y como afirma Ángela Franco en su libro Arte leonés fuera de León, aquellas obras consistieron en «el desmonte, embalaje y carga en camiones de algunas piezas artísticas, con destino desconocido». Todas las labores se realizaron bajo la supervisión del capellán del monasterio, que era, a la vez, párroco de San Pedro de Dueñas. El Museo Arqueológico lo compró por 70.000 pesetas (420 euros).

En 2019 la empresa Acciona, una de las grandes del Ibex 35, cuya fundadora es la familia leonesa Entrecanales, realizó una réplica de esta arcada románica a escala real (2,2 metros de alto y 3,3 de ancho), que fue colocada en el jardín del museo de la calle Serrano, mientras que el original se preserva en el interior. Fue la primera pieza arquitectónica del mundo que se reprodujo mediante impresión 3D en hormigón. 

Luis Coya Aláez lleva años inmortalizando el patrimonio leonés. Uruguayo de nacimiento, este investigador con familia en San Martín de Valdetuéjar, ha ‘radiografiado’ más de 600 monumentos; por suerte, un elevado número en la provincia de León. Cada ‘reconstrucción’ supone más de 400 fotografías y un programa de software que funciona por algoritmos de identificación de pixeles, que, llegado el caso y como han propuesto algunos expertos para la catedral parisina, permite reconstruir los elementos dañados con una impresora en 3D. 

Antes de que llegara Spot, la Catedral de León ya era una pionera. El Cabildo decidió escanear en 2017 los 54 capiteles repartidos entre el claustro y el museo. La reproducción tridimensional de las miniaturas que decoran estas columnas, algunas ya muy deterioradas, permitirá conservarlas cuando hayan desaparecido o las tallas sean prácticamente irreconocibles. La salvación de Notre Dame ha sido un videojuego. Assassin’s Creed Unity, lanzado en 2014 y ambientado en la revolución francesa, reconstruía al milímetro la catedral de París, que ardió el 15 de abril de 2019. 

Hace tiempo que en muchas excavaciones no hace falta ensuciarse las manos. En 2019 el Ayuntamiento de León pagó 24.600 euros por sondear el asentamiento judío de Puente Castro con drones y georradar. La encargada de aquel proyecto fue la arqueóloga leonesa Esperanza Martín —que ha desentrañado los yacimientos de La Carisa—. En el Castrum Iudeorum no utilizó pico ni palas, sino las últimas tecnologías, que permiten construir un mapa tridimensional del yacimientos y averiguar qué oculta. Con todos los datos obtenidos a través del georradar, los drones, los vuelos aéreos y la tecnología Lidar (Light Detection and Ranging, es decir, detección por luz y distancia) elaboraron una auténtica radiografía de la zona con una técnica pionera que permite hacer fotografías con infrarrojos que localizan huellas de estructuras sin margen de error.

También los drones permitieron descubrir 18 campos de maniobras en Trobajo del Camino y Otero de la Valdoncina utilizados por los romanos de la Legio VI y la VII. Ángel Morillo, catedrático de Arqueología de la Universidad Complutense de Madrid y gran experto en el León romano, y Almudena Orejas, profesora del CSIC, a los que se unió Javier Fernández Lozano, profesor de Prospección e Investigación Minera de la Universidad de León, han conseguido desentrañar el gran complejo militar que montó el Imperio Romano en León. Los primeros indicios fueron descubiertos mediante fotografías aéreas, revisando imágenes desde los años 50 hasta ahora. Posteriormente, utilizaron escáner láser con Lid aerotransportado, georradar, detectores de metales y drones. 

Tecnología nuclear

Desde hace más de 25 años la investigadora norteamericana Therese Martin trata de desentrañar los misterios que rodean al tesoro de San Isidoro, llamativo tanto por la cantidad como por la calidad de los objetos que lo conforman. Ahora se propone analizar los objetos metálicos mediante la fluorescencia de rayos X, para averiguar su composición y el proceso de orfebrería Actualmente, es frecuente el uso de microfluorescencia de rayos X y otras técnicas nucleares no destructivas para el estudio de joyas y metales arqueológicos. El equipo de Martin trabajará ‘in situ’, sin necesidad de trasladar los objetos de San Isidoro, con un equipo portátil de fluorescencia de rayos-X, para determinar la composición química de los metales. Se trata del ‘maletín de la verdad’, que puede despejar muchas incógnitas.

La Consejería de Cultura coordina el proyecto Knowledge Heritage Network (KHN) del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, recientemente aprobado y en el que participan también las comunidades de Aragón y Galicia. El presupuesto total es de 15.948.665 euros y se ejecutará hasta 2026. Se trata de un proyecto pionero en la transformación digital de la gestión del Patrimonio cultural, que se estructura en torno a cuatro ejes de actuación: base de datos digital; plan general de monitorización remota de bienes culturales; red de SmartLabs para investigación en materiales y procesos de conservación; e inteligencia artificial aplicada a los sistemas de gestión del patrimonio cultural.