Diario de León

«Hacer música para uno no tiene sentido»

‘Las tecnológicas no dan la felicidad’. Detrás de este título que remite a los heroicos y rockeros 80 leoneses está su artífice: Kike Cardiaco. Las discográficas no resolvieron la vida de los músicos y lo de ahora, tampoco. Pero en estas diez canciones deja claro que es el gran cronista rock de León

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Si la cultura popular en forma de rock, pop, folk y similares es testigo de su tiempo, la de León lleva la firma de Kike Cardiaco. Mientras no se demuestre lo contrario, casi en exclusiva. Porque contar León desde el rock sólo lo han hecho él y su grupo: Los Cardiacos. Enrique Jiménez de la Asunción, además de cultivar su faceta como músico, aporta esa visión testimonial que se traduce en sus letras para decir lo que ve. De su vena de sociólogo, disciplina de la que es licenciado (la estudió primero en la Complutense para titularse luego en la Uned), tal vez provenga esa vocación, casi autoimposición, de que en sus canciones haya algo más que la primera persona o la simple visión hedonista. Por eso, si a estas alturas del partido, lanza en estos múltiples formatos digitales una colección de canciones titulada Las tecnológicas no dan la felicidad suena como tocar a rebato en la parroquia cardiaca y encender las luces de aquel mismo título encabezado por Las discográficas... y que podría ser el pensamiento número 1 para sentar las bases de la independencia o lo indie. El caso es que aparecen ahora diez temas marca de la casa en donde recorre León, Barcelona, el covid, la crisis, personajes de la ciudad, el himno de Odón Alonso... En definitiva, su vida y la de todos de diez años para acá.

«Con Los Cardiacos ya lo hacíamos. No hacíamos canción protesta, pero sí incluíamos la protesta en nuestras canciones», asegura, y comparte títulos que se recitan de una vez: Noches de Toisón , Fatal sobredosis , Volver al colinón o hasta la festiva Salid de noche alertan y testifican sobre el lado salvaje de los 70 y 80 y reclaman la libertad que se intuye en España.

Pero ahora es otro tiempo y cabe una explicación. Así aparece (Letanía de los Que) Perdimos Barcelona . En lo que se perdió, un lugar de buena acogida para Los Cardiacos, por cierto, se explica lo que piensa Kike Cardiaco sobre el tema y que lo traduce en forma de canción. Sin dogmatismos, sin militancia y más que con politización con un análisis sociológico contemporáneo: «Participé activamente en la Transición y para mi no tiene nada que ver con la del 77. Y con esto creo que queda clara mi opinión. No es función de la música resolver problemas sociales, los puede señalar o eso que llamaban tomar partido. La complejidad del mundo hace que sea imposible tomar partido al cien por cien por algo». Es decir, sin dramatizar, he aquí cuando el músico no se abstrae de su alrededor.

De hecho, esa característica que se repite en Las tecnológicas no dan la felicidad dota de la ventaja de poder aprovechar ese estar pegado a la realidad para homenajear. Eso sí, a la manera de Kike Cardiaco, que no es que se deshaga en abrazos a las primeras de cambio. Pero pasan por esas canciones desde el leonés Chema Baños ( Iniciales Ch. B. Canción Francesa para Chema Baños ), el más francés de su generación (allí vivía) y autor de fotos míticas de Los Cardiacos como la del cartel que luego hasta ilustra la portada del Salid de noche , o ese remate del disco con War Is Over (A la Memoria de Lennon en el 40 Aniversario) : «A Lennon le debo muchas emociones», confiesa. Aunque tirando por ese lado sensible a ver si hay paso, él lo acota rápido. Stop: «Como a todos Los Beatles, sin hacer asco alguno a los Rolling», aclara. Pero algo de Lennon está ahí en Kike Cardiaco.

Kike Cardiaco empezó a tocar a los 14 años en Los Raros. El rock apareció tan pronto que recuerda la anécdota de cuando su madre le mandó a que comprara el single de El tamborilero , de Raphael, y él volvió con el Satisfaction de los Rolling... Hecho que se saldó teniendo que volver a comprar el primero. Salieron ganando los dos: su madre y él. Por ahí anda La frágil juventud . Después En el 62 . Y en clave actual, la crisis infinita y el covid que tienen su papel en Skrisis Dance y El Confinao desconfiao . Hay swing y hay historias. Hasta el Himno a León y algo de autobiografía. Y hay ese «nuevo eclecticismo» que pacta al final para definirlo aquí. Y que es un músico que no echa de menos el no éxito adjudicado a Los Cardiacos y que sigue porque «hacer música para uno mismo no tiene sentido». No More Beers y El Cometa Errante confirman estos principios.

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