Ojos de animal: Ramón Rodríguez en Pica-Pau

Acrílico, óleo, pastel, plumilla... De todo. Polifacético, entonces. Pero nadie es perfecto: él lo llama dibujos. A veces hace falta un poco más de ego cuando sobra talento como lo demuestra en sus cuadros. Le define esto a Ramón Rodríguez (será modestia), cuando habla de lo que pinta, que tiene tanto de dimensión urbana como humana en lo que sería su argumento, es decir, gente, ciudad, vida, animales... Siempre, con León como nombre propio. Ahora expone en Pica-Pau, un lugar perfecto para ver y mirar y que tiene un pie en la hostelería y otro en la cultura y la amabilidad. Y sus cuadros son un principio y fin con esos ojos de animal que presiden la entrada o una imponente catedral al fondo del bar dibujada a conciencia, que tiene en el trazo la misma fuerza que la piedra.

A Ramón Rodríguez no hay que pillarle en los saraos culturales ni en los ecos de sociedad porque puede que esté paseando o, directamente, dibujando. Aunque de vez en cuando sucumbe a la fascinación, como ahora al visitar la recomendable exposición de Català Roca. O sea, que sí se deja ver aunque sea lo justo.

En Ramón Rodríguez, aunque sea a su pesar pero ya dibujante y artista leonés, el secreto está en el detalle. Lleva lo universal a lo minucioso con maestría de delineante. Por eso, si coge el hilo de lo animal, diferentes faunas, salvajes o domésticas, su canto a la Naturaleza le lleva a fijarse en la mirada. Ojos de animales. Y encuentra en cada trabajo que hace algo especial. Diríase que les humaniza y él diría que tal vez. Retrata también a sus amigos o a gente que ve por la calle y les pasa al papel tal cual son. O si toma de prestado su León que pasea, trae la Catedral al frente de la lámina con todo ese poderío citado antes en donde hasta las huellas del tiempo de la piedra parecen contar una historia de siglos.

Esa sería la faceta especial que vuelca cuando León es el tema. Porque si no es esa condición, el ojo de artista de Ramón Rodríguez es el que le lleva a encontrar en el detalle el motivo del arte.