Lawha: La estela marroquí en el fotógrafo berciano Del Estal

Hay una inspiración que tiene nombre de mujer y un país de un continente arrebatador. Fouziya, África y Marruecos, esa tierra de la que nadie vuelve igual y que en el caso de Alejandro del Estal, fotógrafo berciano con sede en Madrid, no pudo ser menos. Lo mejor del caso es que como puede decirse que su memoria son sus fotos el relato consta en imágenes. Y de ahí surge la exposición Lawha, que ya se ha presentado por primera vez en un formato que se definiría como exposición evento, puesto que las fotografías fueron exhibidas durante una tarde noche en el Siroco en formato digital.

Las fotografías de Lawha no corresponden al hábitat de Del Estal, reconocidísimo, por ejemplo, por su conexión musical. Pero sí tienen su constante: el retrato. Podría contar su vida a base de ellos el de Carucedo.

Además de cazador de rostros y de imágenes, Alejandro del Estal también sabe contar con palabras lo que en imágenes vale mil. Así, dice: «Conocí a Fouziya en Tánger en 2014, viajamos por numerosos lugares de Marruecos durante 2 años. Conviví con ella, con su familia, sus amistades. En 2016 se acabó, pero Marruecos ya había calado en mis huesos». Esa llamada de África fue por tanto el siguiente detonante del enamoramiento de un país en el que conoció grandes personas tan grandes como él.

«Volví en 2017, en 2018, en 2019, pero como sabéis, en 2020 una pandemia paró el mundo y desde entonces no he vuelto. Volveré...», asegura Del Estal.

El proceso fue natural como todos los trabajos de alguien que mira y ve: «Hice más de 3.000 fotografías esos años, escoger ha sido complicado pero muy satisfactorio. Revisar esas fotos me ha trasladado a todos esos recuerdos y vivencias y a un pensamiento: tengo que volver...». Es seguro que así será como parecen pedirlo sus retratados.