Las raíces de Chumy Chúmez estaban entre Benamariel y Jabares

«Tengo la intención de seguir investigando mis raíces leonesas», había dicho José María González Castrillo, alias Chumy Chúmez, un 16 de agosto de 1998, cuando la localidad leonesa de Benamariel le distinguió con un sentido homenaje en el transcurso de su Semana Cultural. Aquel soleado domingo por la tarde, toda la gente de Benamariel, un pequeño pueblo situado a orillas del bajo Esla, se arremolinaba en las inmediaciones de la iglesia parroquial para dar la bienvenida a Chúmez, y, cuando éste apareció, las muestras de alegría y cariño al que ya consideraban como «su paisano» se prodigaron con una familiaridad y una cercanía tales que lograron causar una muy grata sorpresa en el humorista. En realidad, ni él mismo sabía, hasta hacía sólo unos pocos meses antes, de dónde procedía exactamente su familia. En Benamariel explicó que él había nacido en San Sebastián, la capital guipuzcoana, y sus padres, en Ávila y Valladolid, respectivamente, pero ambas ramas partían de la tierra llana leonesa. Los abuelos maternos de Chumy Chúmez eran de Benamariel, y los paternos, de Jabares de los Oteros. «Me he encontrado siempre en la duda de si descendía del mono o de Adán y Eva, y ahora sé que de donde realmente desciendo es de un pueblecito leonés», había comentado, haciendo gala de su ingenio, implacable y socarrón. También disfrutó de una cena en una de las típicas bodegas de la zona. Al término de la visita, el humorista se despidió cariñosamente de los vecinos y las autoridades. Una viaje que los vecinos de Benamariel no olvidarán jamás. Dibujante, humorista, escritor y director de cine, Chumy Chúmez será incinerado hoy, a las 11,45 horas, en el cementerio madrileño de la Almudena. La capilla ardiente del humorista, que falleció anteayer en el Hospital Madrid, donde estuvo ingresado durante las últimas tres semanas, quedó abierta a primeras horas de ayer en la sala 6 del tanatorio madrileño de la M-30. Sus cenizas reposarán en Cascais (Portugal) y San Sebastián, su ciudad natal. «Para mí era el mejor humorista del género negro y un hombre divertidísimo ante un micrófono», aseguró el dibujante José María Pérez, Peridis. David Summer destacó que «era un tipo con una agilidad mental, una creatividad y una imaginación extraordinarias». «Chumy habría hecho el mejor chiste sobre la guerra», resumió el humorista Moncho Borrajo. Vida de «maketo» Un asunto que llama la atención es el hecho de que Chumy Chúmez había entregado a sus editores hace un mes el manuscrito Vida de maketo, donde rememora sus felices tiempos de niño en San Sebastián y cuando más tarde descubre «su condición de foráneo en su propia tierra», dijo Melquíades Prieto, de la editorial Edaf. Escrito en su habitual tono de sorna, el libro trata «el problema de la limpieza de sangre y los apellidos», según el editor de la obra, presentada al premio Quevedo. En sus páginas, Chúmez afronta «sincero, abierto y claro» las vivencias de un muchacho castellano en uno de esos barrios de la capital guipuzcoana que acogían a los emigrantes y donde tomó conciencia de ser un maketo como él mismo se definió, despreciado. Allí mismo había vivido una infancia de dicha tal que, como él decía, ni siquiera la contienda civil pudo empañar, hasta el punto de atreverse a titular un libro Yo fui feliz en la guerra. Homenaje en La 2 La 2 de TVE rendirá mañana un homenaje al humorista con la emisión de un programa especial. A partir de las 19.00 horas, La 2 de TVE emitirá dicho homenaje en el que se ofrecerá un perfil de su amplia trayectoria, así como una entrevista realizada a Chúmez para el programa La Aventura del Saber, por Eva Montejano, y que se volverá a emitir próximamente dentro del programa.