Expertos internacionales estudian cómo organizar las nuevas bibliotecas

? Hace más de dos mil años la Dinastía Ptolomea trató de reunir bajo un mismo techo todos los libros del mundo. La Biblioteca de Alejandría llegó a atesorar cerca de 500 mil rollos de papiro antes de que fuera pasto de las llamas. Hoy las nuevas tecnologías de la información y la comunicación abren la posibilidad de hacer realidad ese sueño frustrado de la biblioteca universal. ¿Tendría sentido hacer algo así? Expertos de todo el mundo han discutido en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre el alcance y los limites de estos avances en el almacenamiento del saber y la memoria. Christian Jacob, Historiador del Mundo Helenístico, entiende que sería disparatado tratar de concebir un lugar único, a imagen de la biblioteca de Alejandría, donde reunir todo el saber acumulado. Opta más bien por crear una red que permita acceder desde cualquier punto del planeta a las grandes bibliotecas del mundo. Y ese es un extremo que Internet hace posible. «Pasaríamos así de una biblioteca frágil que ardió en llamas, a un conjunto en red que puede ser utilizado simultáneamente desde cualquier lugar del mundo», señala. Javier Echevarria, catedrático de filosofía y autor de libros visionarios como Telépolis o Los señores del aire , llama e-Alejandría a esa biblioteca virtual. Se trata en realidad de muchas alejandrías que podrían aproximarse al concepto de biblioteca universal, en la medida en que la tecnología ha hecho posible que todos los sistemas de signos sean susceptibles de ser traducidos a lenguaje máquina. Acceso El tema de acceso también es digno de ser tenido en cuenta. Frente a la elitista Biblioteca de Alejandría detrás de la biblioteca virtual subyace la idea de universalizar el acceso al conocimiento. Sin entrar en los problemas derivados de la propiedad intelectual advierte Jacob que las características de nuestra sociedad son muy diferentes a las de entonces. Aunque apunta que, si bien la alfabetización está muy extendida hoy en día y existe una demanda de acceso muy amplia, existen todavía importantes límites a esa universalización.