Diario de León

Un libro, que se presenta hoy al público, reúne tres años de investigaciones sobre la veleta

El gallo de San Isidoro fue creado en el siglo XI por Mohamed Hammadi

Jesús Zozoya, el principal arqueólogo medieval del mundo islámico, investiga la pieza

Margarita Torres, Amor Fombella y Marisa Carbajo

Margarita Torres, Amor Fombella y Marisa Carbajo

León

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El gallo de San Isidoro ha «cantado» por fin. Ha costado tres años de intensas investigaciones áun no concluidas. Sin embargo, su autoría ha dejado de ser un misterio. La pieza fue creada por un artesano llamado Mohamed Hammadi. Descubrirlo no ha sido fácil, a pesar de que el artista dejó su nombre escrito en la veleta -la original se conserva en el claustro de San Isidoro, tras ser desmontada para su limpieza y sustituida por una réplica-. Uno de los mejores arqueólogos medievales del mundo islámico en España, Jesús Zozoya, continúa estudiando la inscripción hallada en el pecho del gallo, para averiguar su procedencia; probablemente, algún lugar de Oriente. Las conclusiones de éste y otros catorce investigadores han dado origen al libro titulado Gallo de la Colegiata de San Isidoro , una publicación que recoge las tesis expuestas en el congreso celebrado en abril del 2002. La historiadora leonesa Margarita Torres explicó ayer que Hammadi es un apellido árabe del siglo VIII y X, aunque no descartó que se tratara de un hombre andalusí formado en Oriente o con antepasados allí. Por la forma de la inscripción se ha descartado que el nombre correspondiera al propietario de la pieza, porque, en este caso, «tendría una forma onomástica distinta». El libro, que será presentado esta tarde, recuerda los resultados de los análisis de polen a los que fue sometido el gallo y que determinaron que se trata de una pieza única en el mundo, posiblemente originaria de Oriente Próximo, según María Amor Fombella, profesora de Biología de la Universidad de León, tal y como indicaron los restos de plantas encontrados en su interior; como el podocarpus , planta asiática que no se existe en España. Los expertos creen que el gallo no fue concebido originalmente como veleta, sino que se le cortaron las patas para adaptarlo al cono y la bola que lo sustentan. Según Torres, el Califato de Córdoba mantenía relaciones con Senegal, Turquía y China, de donde pudo ser traído el gallo, que permanecería en Córdoba hasta el año 1009, cuando se desmembra el califato y los musulmanes trasladan sus objetos más preciados a Toledo y Valencia. Este gallo pudo llegar a León, desde el desaparecido palacio Al-Mamun de Toledo, donde se alojó el rey Alfonso VI tras conquistar la ciudad. Lugar: Salón del Pendón de Baeza (San Isidoro). Hora: 20.00

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