OPINIÓN
El pueblo de León, agradecido
ES UNA satisfacción ver que el trabajo desinteresado y el amor por el patrimonio común se reconoce. Un equipo de grandes, integrado entre otros por la historiadora Margarita Torres, y los arqueólogos Fernando Miguel Hernández, José Luis Cortés y Victorino García Marcos, ha dedicado este verano a una labor cuyos beneficiarios somos todos los ciudadanos, y no sólo los de León, así como nuestra historia común. Pocos lo saben, pero estas personalidades se enfundaron el mono de trabajo y aprovecharon su asueto para librar de la basura y devolver así a la historia las que fueron hace once siglos las estancias reales de ese Reino de León que algunos ahora quieren negar desvaneciendo su existencia entre la niebla de la leyenda. Y todo lo han hecho sin vociferarlo, sin darle importancia, sin cacarear su faena. Resulta gratificante y genera confianza saber que serán dos expertos los que desentrañarán los grandes secretos de un edificio sobre el que el desinterés ha pesado ya demasiado. Por todo ello, el pueblo de León debe estarles más que agradecido.