Arco cierra sus puertas con un 10% más de ventas y un 10% menos de visitantes

Con un 10% menos de visitantes y unas ventas que crecieron otro 10%. Así se cerraba la vigésima cuarta edición de Arco, la feria internacional de Arte Contemporáneo. Un certamen que se felicitaba tanto por un incremento en las ventas, que permite hablar «de saldo comercial más positivo de toda su andadura», como por la reducción de las visitas. Una reducción que, lejos de preocupar a los responsables de la feria, satisfacía tanto a los organizadores, Ifema, como a los galeristas participantes. Era el Arco «de la madurez», según sus responsables, que cerraban edición con una feria afianzada como encuentro comercial y profesional y renegando de la feria espectáculo. Se despedía con un balance positivo hasta el año próximo, en el que Austria recibirá el testigo de México como país invitado, un Arco que comenzaba marcado por el atentado de ETA en sus inmediaciones, y se cerraba bajo el impacto del incendio más grave acaecido nunca en Madrid. Un siniestro que afectó a las comunicaciones y que a buen seguro restó visitantes a la feria. A falta del cómputo de la jornada del lunes, la última, la estimación era de 180.000 visitantes, un 10% menos que en la edición anterior, según los datos facilitados por la veterana directora, Rosina Gómez Baeza, y el presidente de la Institucion Ferial de Madrid (Ifema), José María Álvarez del Manzano. Los galeristas, satisfechos Una reducción a la que, se reconocía, contribuyó el cierre de líneas de metro que comunican con el Parque Ferial Juan Carlos I tras el incendio de la torre Windsor. «Los galeristas están contentos, los de aquí y los de fuera, tanto por la reducción de las visitas como por el volumen de beneficios, que estarían un poco por encima de esos 53.000 euros por galería que se calcularon ya el año pasado» aseguraba la directora. «La masificación ni es adecuada ni conviene a esta feria, y muchas galerías venían protestando en los últimos años, de modo que hemos trabajado para que quien venga a Arco no lo haga sólo por la mera curiosidad o el espectáculo» decía Gómez Baeza, gran defensora este año de la «audiencias cualificadas». «Hemos demostrado que ha calado el mensaje de que Arco no es un mero espectáculo, es un foro de reflexión y de debate cuyo primer objetivo es crear un patrimonio artístico», reflexionaba. «Esta no es -concluía Gómez Baeza- una feria para que los jóvenes vengan a pasar la tarde con el bocata sin mirar siquiera las galerías. Arco no es Disneylandia».