Fusión de pasado y presente en la plaza Mayor de la mano de El Consorcio

Mucha gente les sigue llamando Mocedades, pero en la trayectoria de la formación integrada por miembros de las familias Uranga, Blanco y Zubiaga hay dos partes bien diferenciadas. Tras arrasar en la década de los setenta con una propuesta folk, deudora de lo que hacía gente como Joan Baez, Bob Dylan o Peter, Paul & Mary, en la que tuvo mucho que ver la mano de Juan Carlos Calderón, los intérpretes de temas como Secretaria, Charango, ¿Quién te cantará? o Eres tú, canción con la que quedaron en segunda posición en el Festival de Eurovisión de 1973, se disolvieron sin motivo aparente. El inicio de una carrera en solitario por parte de Amaya Uranga, voz principal del grupo, y su sustitución por otra cantante fueron vanos intentos por relanzar un discurso musical que se tenía que batir ante un público entregado a las nuevas tendencias en materia sonora. Fue la cantautora Rosa León quien les ofreció, a mediados de la década de los 90, participar en un proyecto musical con el que se quería rendir homenaje a las canciones que sonaban en la radio en los años 40 y 50. Ese fue el germen de El Consorcio, una banda que reunía de nuevo a Iñaki Uranga, Amaya Uranga, Sergio y Estíbaliz, dos músicos que también habían disfrutado de una exitosa carrera como dúo paralelamente a la de sus hermanos, y Carlos Zubiaga, en un proyecto que pretendía rescatar aquellas composiciones que forman parte de la banda sonora de este país. Su debut discográfico, si es que le puede llamar así, tratándose de músicos tan veteranos, se produjo en 1994 con la publicación de Lo que nunca muere, un álbum que conoció el éxito inmediato y propició la grabación de otra nueva colección de canciones bajo el título Peticiones del oyente. Nuevamente lanzados, cruzaron el charco para presentarse en tierras mexicanas antes de volver a meterse en un estudio de grabación para, en este caso, rendirle homenaje al cine español. Con Programa doble cerraron una etapa artística, incluyendo el cambio de casa discográfica, que conocería nuevos impulsos con Cuba , un trabajo dedicado a la música caribeña. Otros trabajos, como Las canciones de mi vida, En vivo desde el corazón de México , o su colaboración con el pianista argentino Raúl Di Blasio en el disco Di Blasio-Gardel, han mantenido en buena forma una trayectoria que ahora escribe un nuevo capítulo con la publicación del disco De ida y vuelta , un homenaje a tierras aztecas en el que interpretan temas de Agustín Lara o José Alfredo Jiménez, añadiendo también composiciones firmadas por gente como Antonio Vega, Pedro Guerra, Enrique Urquijo o Jorge Drexler. La plaza Mayor leonesa recibe esta noche la visita de unos músicos que han hecho historia musical en este país, una evocadora armonía vocal que ha trascendido modas para instalarse en la memoria colectiva de varias generaciones. Lugar: plaza Mayor. Hora: 00.00.