«No protesto contra nada, ni quiero cambiar nada, sólo hago sátiras»

El dibujante leonés Miguel Ángel Martín ha vuelto a escena con Neurohábitat , un cómic en el que expresa un punto de vista diferente sobre la soledad. Ilustrador, dibujante y guionista de cómics, este leonés de reconocimiento internacional, ha sido galardonado con el premio Autor Revelación del Salón Internacional del Cómic de Barcelona 1992, con el prestigioso Yellow Kid (Roma, 1999) al mejor autor extranjero y el Gran Premio Attilio Micheluzzi (Nápoles, Comicon, 2003). Sus primeros pasos fueron a través de colaboraciones con el Diario de León y ahora sus historietas han aparecido en multitud de publicaciones históricas cómo Tótem , Makoki , Zona 84 o El Víbora , habiendo editado en el extranjero algunas de sus obras. -¿Cuál es el tema que trata en «Neurohabitat»? -Va de la soledad pero buscada, no sobrevenida, es decir, gente que quiere estar sola y que está a gusto estando sola. Pero enfocado todo desde un punto de vista del sentido del humor y de como se puede estar solo perfectamente en un tiempo en el que vivimos llenos de tecnología. -¿De dónde sacó la historia, como se le ocurrió? -Pues de un reportaje que vi una vez en televisión sobre un fenómeno que sólo existe en Japón y que se llama hikikomori que son adolescentes que de repente un día deciden no salir de casa, se encierran en la habitación y los padres lo toleran, les pasan la comida y están en contacto con otros chicos, jugando on line o con chats en Internet, pero no salen. Hay algunos que llevan ocho, diez, o doce años encerrados. Eso me dio la idea y luego también un experimento que hicieron en Barcelona: propusieron a un tío estar encerrado durante un mes en casa sin salir, solamente con una tarjeta de crédito y una conexión a Internet, para ver como se desenvolvía para conseguir comida y contactos sin salir de casa -¿De dónde suele recoger la información para sus cómics? -De todas partes, cine, televisión, medios de comunicación sobre todo, documentales, libros de ensayo... Me interesa sobre todo el mundo en el que vivimos, cualquiera de sus facetas y especialmente la influencia de la tecnología en el comportamiento social de los seres humanos contemporáneos occidentales. -Dicen de sus cómics que tratan el lado más oscuro del ser humano, de una verdad que todos ignoramos, ¿se podría decir que no es tanto algo que ignoramos si no, que queremos ignorar? -Yo creo que no hay cosas oscuras. Yo no veo el mundo con el bien y el mal, entonces cuando la gente ve el mundo de una manera bipolar, es decir, bueno y malo, salen los temas de las obscenidades. Pero para mí todo lo que es del ser humano me parece no oscuro sino claro, otra cosa es que la gente no quiera reconocer su naturaleza. Sí es verdad que una de mis debilidades es decir a la gente lo que no quiere ver ni oír. -¿Eres como un cantautor protesta pero en versión dibujante? -No, yo no protesto contra nada, ni quiero cambiar nada. Es una sátira con humor. Yo no soy un predicador, la canción protesta es predicar y yo eso no lo aguanto -¿Vivimos todavía en una sociedad puritana? -No, todavía no, porque la sociedad de los setenta y de los ochenta no era tan puritana como esta. Hay una oleada de puritanismo ahora que lleva ya unos años, llegará me imagino a un cenit y luego cambiará, pero ahora estamos metidos en una sociedad muy puritana, que yo creo además lo da el hecho de que cada vez la gente es más rica y cuanto más rico es uno más puritano y más cobarde se vuelve. -No has ido al salón del cómic de La Coruña, ¿por qué? -Estuve el primer año cuando me invitaron con una exposición pero este año no. Voy a ir a un festival que hay en Corea de cómics a finales de septiembre, que me han invitado, pero no España, sino el Comicon de Nápoles ellos tienen un hermanamiento con los que organizan el Festival de Corea. Y me han elegido a mí para representar a España. -¿Cómo calificarías el estilo de tus cómics? -Yo creo que son muy míos, son muy personales, entonces en sí mismo son un género. Tienen influencias de muchas partes pero son muy distinguibles tanto en la forma como en el fondo. -¿Y cuáles son tus influencias? -En estos momentos, lo que más me influencia y me interesa son la ciencia, la tecnología y la pornografía, que son temas muy recurrentes en mis historietas. -En estos momentos se están haciendo numerosas adaptaciones al cine de cómics antiguos de superhéroes, ¿se está volviendo a los clásicos porque hay una crisis en el mundo del cómic? -No, la crisis está en el cine, que está tirando del mundo del cómic porque no tienen ideas, o si las hay, no quieren arriesgarse en el mundo del cine.