Escritora y profesora
«Detrás del libro hay muchas horas de trabajo en Crémenes»
De origen leonés y con raíces montañesas, esta pedagoga hace del protagonista de la novela ganadora, Tomás, un buscador de verdades esenciales que prefiere descubrir las cosas por sí mismo
«Intuyo que el jurado ha huido de temas rápidos y comerciales», comenta Luz Álvarez a propósito del argumento de su novela ganadora, Tomás, buscador de la verdad , cuyo ambiente le recordaba a Espido Freire al que describe Umberto Eco en El nombre de la rosa . Licenciada en Psicología y Filología Inglesa, esta lucense enamorada de su origen leonés (Crémenes) trabaja actualmente como docente en Valencia tras haber impartido clase en institutos de La Robla y León. -¿Recién llegada al mundo de los laureles literarios o toda una experta? -No, no; éste es el primer premio literario que recibo, y me ha hecho muy feliz. Estoy sorprendida y emocionada porque, para mí, Tomás no es una obra más, es algo muy especial. -¿Qué hay detrás de «Tomás, buscador de la verdad»? -Muchas horas escribiendo delante del ordenador en Crémenes, durante los veranos. Aunque el premio y la publicación son su aspecto más social y festivo, detrás hay mucho trabajo y sacrificio. Pero un sacrificio elegido. -¿Cuál es el argumento de la novela, la idea que quiere transmitir al lector? -Aunque suene un poco pretencioso, ésta es una novela de iniciación. Tomás es un joven que busca respuestas a muchas inquietudes. Su profesor le proporciona una imagen muy ortodoxa del mundo, que él rechaza; y se debate entre esas explicaciones y las ideas nuevas, modernas, que él mismo propone. Dos fuerzas de la que surge el avance, el conocimiento. -Aunque situado en época actual, los escenarios de la trama son muy sugestivos... -Tomás viaja a un monasterio lucense para averiguar qué le ha sucedido a su maestro, que ha desaparecido mientras investigaba unos códices de gran valor... Allí descubrirá muchas cosas que no sabía, como por qué un monasterio es cuadrado, qué simboliza la flor de lis y muchos otros símbolos cristianos que parecen no tener sentido o lugar en la sociedad actual. -Parece que vivimos un «boom» de obras que aúnan historia e intriga... -Si lo es, en mi caso resulta inconsciente. No le leído ninguna de esas obras... -¿Ha escrito con la mirada puesta en el lector joven? -No, más bien abordo temas que, curiosamente, aunque estén relacionados con el pasado, interesan más a jóvenes que a adultos. La juventud no me interesa en cuanto que público lector, en realidad merece el mayor de mis respetos.