Ibidem: «Unimos varios estilos, es una fusión que trasciende el pop o el rock»

Hace apenas seis años, varios músicos de Fabero deciden abandonar las formaciones en las que militaban para crear un proyecto musical propio en el que poder reflejar sus influencias sonoras y su forma de entender la música. Poco más de un lustro después, Ibidem es una espléndida realidad. La banda, integrada por Pablo (guitarra y voz), Miguel (guitarra), Cachy (bajo), Elena (teclado) y Alex (batería), vive un momento dulce tras la publicación de Para mis oídos , su segundo trabajo de estudio. Un álbum, grabado en los estudios leoneses Feedback bajo la supervisión de Raúl Valdezate y Mario Álvarez, que reproduce con fidelidad una propuesta pop-rock que ha recorrido los escenarios de media España. En analógico «Intentamos que las actuaciones en directo suenen igual que en el disco, de hecho está grabado analógicamente para que no haya trampa ni cartón, sonamos muy parecidos, aunque en vivo siempre se introduce alguna sorpresa para que haya alguna diferencia», apuntan unos músicos que, en breve, se presentarán en el mítico Honky Tonk madrileño. «Lo importante del directo es el calor del público, sea el que sea, en Madrid hemos llenado los locales en los que hemos actuado, había gente que nos conocía de otras veces y gente que nos escuchaba por primera vez. La diferencia básica este año es que ya tenemos un disco y podemos presentar un producto». Tras su debut discográfico, hace cuatro años con El viaje trascendental , este inquieto colectivo musical ha sabido evolucionar de forma ascendente, «a base esfuerzo durante horas y horas», en una progresión artística no exenta de dificultades, «todo el mundo se quiere hacer un hueco en un panorama que está fatal, intentamos esforzarnos y ponerle ilusión para salir adelante». Un trabajo de fondo que se ve recompensado ahora con la edición de un disco, magníficamente producido, en el que tienen colaboraciones destacadas Álex Díez (Cooper), Mario Álvarez (Radiocrash) y Jorge Otero (Celtas Cortos). Homenaje a su pueblo Fabero , su primer single -«era casi una obligación hacerle una canción a nuestro pueblo natal»-, se presenta acompañado de un videoclip que lleva semanas emitiéndose en cadenas como MTV o Sol Música. Una carta de presentación para una colección de temas en los que se adivinan numerosas influencias rítmicas. «A cada uno le gusta una cosa, somos muy distintos, pero eso es lo bonito, cada uno incorpora lo que le gusta y se unen muchos estilos, es una fusión que trasciende al pop o al rock. Como soy el vocalista», apunta Pablo, «me concentro un poco más en las letras, pero la composición musical es una tarea de todos, se hace una especie de esqueleto y luego se va dando forma a la canción». Decididos a mantenerse en la brecha sin grandes alardes, «buscamos la continuidad del grupo, las subidas por ascensor no siempre son buenas, a veces es mejor subir por las escaleras», los integrantes de Ibidem mantienen la ilusión de «tocar con honestidad y sinceridad» sin renunciar a su sana ambición. «Vivir de la música es la meta de cualquier grupo, vivir de lo que te gusta, de tus sueños, de tus ilusiones. El escenario es la satisfacción final de tantas horas de trabajo, ver que la gente se lo pasa bien con tu música es lo mejor que nos puede pasar», aseguran. «Lo importante del directo es el calor del público, sea el que sea; en Madrid hemos llenado los locales en los que hemos actuado. La diferencia básica es que ahora ya podemos presentar un producto» IBIDEM