Magia y poesía

Paco Arias es un pintor lleno de sensibilidad que busca la creación de su propia mitología. El artista leonés pretende que sus cuadros se pueblen de una interminable serie de paisajes y personajes engendrados en su imaginación, microcosmos que pone una etiqueta personal e inconfundible en la obra que realiza. La vida ha convertido a Paco Arias en un personaje viajero «Salí de León con muy pocos años -explica- y he recorrido prácticamente toda España para al final recalar en mi tierra, concretamente ahora resido en El Bierzo y estoy encantado con la belleza de sus valles y montañas que, de alguna manera, se parecen mucho a los que yo invento en mis lienzos». En la galería Padre Isla 24 puede verse una amplia muestra del trabajo del artista, grabados, óleos y acuarelas, en los que se manifiesta como un pintor eminentemente poético, o lírico, como él dice: «Lo de pintar para mí no es una afición, es una parte importante de mi vida. Creo que mi obra está impregnada por la magia y la poesía. Estoy muy influenciado por los clásicos de la abstracción, Kandinsky, Klee¿ pintores capaces de mezclar lo lírico con la abstracción y la geometría». El pintor trabaja en largas series referidas a diferentes temas. «Entre las que se pueden ver en esta exposición destacan la dedicada a las Ciudades invisibles , basadas en un libro de Italo Calvino, que es uno de mis escritores favoritos y que despierta con fuerza mi imaginación y mi fantasía. Hay otra en la que se reflejan las montañas; paisajes con montañas mágicas, como decía antes, muy parecidas a las que contemplo cada día en tierras bercianas. También me interesa especialmente el mundo del circo con sus personajes increíbles, a caballo entre la realidad y lo imposible. Con todo ello estoy intentando crear una mitología propia, en la que tienen un capítulo aparte los caballos, que son animales muy pictóricos, tanto por su estructura como por el ritmo que tiene su galope». Paco Arias, partiendo de unos fondos geométricos de suave colorido, es capaz de inventarse todo un mundo de increíble belleza e importantes aportaciones plásticas. En él, los payasos, los equilibristas, los caballos, las ciudades invisibles y las montañas mágicas, atraen al espectador al particular universo de un artista que, a pesar de exponer por primera vez en la capital, tiene ya tras de sí una larga trayectoria pictórica. Horario: de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00, de lunes a viernes. Avenida Padre Isla, 24.