Al César lo que es del César

EXISTE cierto prurito entre la clase arqueológica de la ciudad a costa de la ruta romana. La causa hay que buscarla en lo que consideran actitud displicente frente a la labor que han venido desarrollando durante los últimos años. Y es que todo lo que hoy parece normal es el fruto del trabajo de los expertos en arqueología militar romana de la ciudad, que durante años se han empleado en los yacimientos, investigando para desenterrar la historia que cuentan las piedras, estudiando el significado de las piezas encontradas y reconstruyendo el hilo argumental de la ciudad desde la Legio VI hasta el final de la ciudad romana. Que ahora llege un arquitecto (que también debe tener un papel protagonista evidente) y de alguna manera vampirice todo este trabajo no ha sentado nada bien. Al César lo que es del César. El trabajo hay que reconocerlo; ésta es la única manera de que la arqueología siga contándonos cuál es el firme sobre el que descansan dos mil años de historia.