Zapatero: «Con este museo hemos recuperado la historia de León»

Veinticinco minutos. En ese tiempo, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acompañado por su esposa, Sonsoles Espinosa, llevó a cabo en el Museo de León un «viaje» por los 300.000 años de historia que alberga el edificio Pallarés. -¿Y dónde estaban todas estas piezas? -interrogó con sorpresa el presidente al director del museo, Luis Grau, quien desde hace unas semanas está acostumbrado a responder la misma pregunta a cuantos visitan Pallarés. El edificio, que en un mes «malísimo», según Grau, -porque no ha habido festivos ni puentes-, ha batido un récord de visitantes (con más de 6.000 personas), exhibe más de 2.500 piezas, de las que más de la mitad no se habían mostrado nunca al público. A Zapatero le sorprendió el interior de un inmueble que durante más de una década ha sufrido continuas obras y reformas, que han otorgado cierto hálito de misterio a un museo único -por sus colecciones de epigrafía y numismática-, fundado dos años antes que el Arqueológico Nacional. «Hemos recuperado la historia de León», dijo el presidente al término de una visita que se producía justo un mes después de la inauguración oficial, a la que no pudo asistir por culpa de la única gran nevada del año, que aisló la capital durante unas horas. En aquella fecha (el 25 de enero), nadie pudo leer el texto de la placa que dejaba constancia de la apertura del museo. Ahora -tras las oportunas correcciones-, dice: «El presidente del gobierno visitó en esta fecha (26 de febrero del 2007) el museo que fue inaugurado el 25 de enero por el presidente de la Junta y la ministra de Cultura». Zapatero, que prometió volver al museo con más tiempo, prestó especial atención a los grandes «tesoros» que acoge Pallarés, como el Cristo de Carrizo, la Cruz de Peñalba o el Mosaico de las Hilas y las Ninfas. El presidente del Gobierno aseguró que el lapidario -con más de 160 piezas expuestas de un fondo que ronda las 250 (en un 70% de origen romano)- «es el espacio que otorga mayor personalidad al museo, porque no se puede encontrar en ningún otro lugar». «El museo me ha encantado», confesó Zapatero poco antes de abandonar el edificio, a cuyas puertas se agolpaban decenas de simpatizantes y un puñado de descontentos de Onzonilla, que quieren modificar el acceso sur de la autovía. «El museo me ha sorprendido gratamente. Es uno de los mejores museos provinciales», añadió. El edificio diseñado por Cárdenas en 1922 como almacén de ferretería, ha sufrido una profunda reforma que le ha costado al Ministerio de Cultura 15,8 millones de euros, sin contar la restauración de todos los objetos que se exponen. Tras la visita de Zapatero el Museo de León echó la «trapa», ya que cierra al público los lunes...