Muere el Capitán América

Hizo morder el polvo a nazis y comunistas, derrotó al Barón Zemo I y salió ileso de envenenamientos. Pero no ha podido con los fanáticos de las leyes antiterroristas. El héroe del cómic ha muerto como un patriota, pero como un patriota liberal. En el último ejemplar de las aventuras del ciudadano Steve Rogers, alias Capitán América, el forzudo cae abatido por los disparos de una francotiradora. El hombre de traje estampado con la bandera americana se negó a aceptar los dictados de una ley antiterrorista que poco menos quería convertirlo en un funcionario. Y ya se sabe que con los garantes de la seguridad internacional no se gastan bromas. Sobre las escaleras del Palacio de Justicia, al pie de una columnata clásica, el cuerpo de Capitán América yace exangüe. Nuestro hombre se había a negado a inscribirse en un registro policial para personas con superpoderes. Decidió dar la batalla en los tribunales de justicia contra una norma que juzgaba inicua. Esta circunstancia, unida al desengaño amoroso de una agente de los servicios de inteligencia con buena puntería, desencadenaron el crimen. Hasta aquí la historieta. Detrás de las vicisitudes narradas por el cómic de la editorial Marvel se encuentra una alegoría que no necesita demasiadas explicaciones: la Patriot Act, la ley promulgada a raíz de los atentados del 11-S, puede acabar con los valores fundacionales de los Estados Unidos. A no ser que el escudo del Capitán América vuelva a ser esgrimido por su legítimo propietario por obra de un milagro. Si Supermán resucitó en 1993, es probable que también lo haga su colega. «El Capitán América es un disfraz, y hay otros que podrían vestirlo», dicen los responsables de Marvel, que advierten que con la muerte del hombre de la máscara azul no acaban los capítulos del cómic. A pesar de sus 66 años, edad a la que todo el mundo es mandado a la jubilación, el Capitán América abanderaba una empresa temeraria. El enmascarado se negó participar en los planes del Gobierno que obligan a los superhéroes a entrenarse como militares y policías. Si revive el héroe, lo puede hacer con las fuerzas renovadas para competir con personajes de su talla que venían mermando su fama, como Superman, Spiderman, Batman y Los Cuatro Fantásticos.