La maestría sobria de Juan de Badajoz
La sacristía luce ya desnuda de todas las piezas que albergó con el fin de admirar y conocer la epigrafía de la sala
El actual Convento de San Marcos se asienta sobre un templo y un hospital cuya fundación se remonta al siglo XII, cuando la infanta Doña Sancha donó unos terrenos junto al Puente de los Peregrinos, en la ciudad de León. Veinte años después de su fundación, Don Suero Rodríguez lo convirtió en casa mayor de la Orden de Santiago en el Reino de León. El inmueble gozó de gran reputación entre los peregrinos, si bien en el siglo XVI tanto el convento como su iglesia colindante se encontraban en muy mal estado, motivo por el cual en 1514, el Rey Fernando el Católico publicó una real cédula destinando 300.000 maravedíes para su reconstrucción. El arquitecto elegido fue Pedro Larrea, aunque fue Juan de Orozco quien llevó a cabo la obra a partir de 1515. Juan de Badajoz el Mozo, se encargó del claustro y de algunas salas del convento. Centro de interpretación La sacristía y la postsacristía sirven como centro de interpretación del edificio y completan el espacio que San Marcos reserva al Museo Provincial. La primera de ellas luce casi totalmente desnuda con la voluntad de que los visitantes puedan admirar la belleza de la obra creada por Juan de Badajoz para la sala. Para ello, se ha rehabilitado toda la estancia, con lo que las bóvedas, muros, cristales y el retablo han recuperado la riqueza del momento en que se esculpieron. Con el fin de que el espectador sea capaz de comprender toda la iconografía que este conjunto escultórico representa, el proyecto museológico ha diseñado un programa de vídeo totalmente interactivo. A través de la pantalla táctil, el usuario es capaz de pasear de manera comprensiva a través de todas las imágenes (todas ellas aparecen junto a un texto explicativo) que componen este conjunto y que, por primera vez, se ha traducido del latín. Cortejos, calaveras y bustos entremezclan la idea de la muerte, de la vanidad, con el poder divino para vencerla y el auxilio del santos guerrero titular (Santiago Matamoros) del convento. Una de las mejores piezas de la sacristía, cuyo objetivo es la exaltación de la Orden de Santiago, es una Piedad que se atribuía a Esteban Jordán pero que, en fechas recientes, se ha descubierto como obra de Jerónimo de Nogueras. Pero, además, en esta estancia también se han dispuesto algunos elementos de edificios de León como Don Gutierre, Puerta Moneda o el convento de Las Clarisas. En la postsacristía se han colgado dos series iconográficas: la de los retratos de comendadores de la Orden de Santiago (entre ellos el de Benito Arias Montano, bibliotecario de El Escorial o Pedro Fernández, fundador de la Orden) y las de escenas del Génesis.