Poesía a favor de la Constitución, con tintes del padre Astete

A Luis de Sosa le gustaba la poesía. Escribió varios libros de poemas, con un estilo un tanto engolado y ampuloso, muy del gusto de la época. Lo más curioso es cómo el célebre catecismo del padre Astete -del siglo XVII- le inspiró un poema de enaltecimiento a la Constitución de 1812, conocida como La Pepa. Fue Antonio Viñayo quien cayó en la cuenta del paralelismo. Astete escribió: «Todo fiel cristiano está muy obligado a tener devoción, de todo corazón, a la santa cruz de Cristo nuestra luz....». Los versos de Luis de Sosa dicen: «Todo español honrado está muy obligado a amar de corazón a la Constitución...». Este curioso poemario concluye: «Gloria a Dios y a su divina ley, y viva nuestro rey y nuestra nación y la Constitución....». Un libro por dos reales Luis de Sosa, por su formación en leyes y su carrera militar, tenía un sentido práctico de la vida, poco corriente en el mundo literario. Aparte de satisfacer su vanidad artística, Sosa contemplaba la publicación de un libro como una fuente de ingresos, como prueba la primera página del citado poemario, publicado en 1820 por la Imprenta Miñón, donde el autor pide que «el libro se venda al precio de dos reales y medio en esta capital; y tres reales, en las demás donde se anuncie su venta».