París y Roma ya han pedido albergar las 300 piezas propiedad del arabista Francisco Antonovich
León expondrá la mejor colección del mundo sobre Alejandro Magno
La muestra inaugura en febrero el Museo Bíblico y Oriental, que posee un tesoro sumerio único
Jesús García Recio (derecha), director del Museo Bíblico, y Carlos Gutiérrez, de la empresa Decolesa
león
î•na colección única en el mundo de bustos, efigies y documentos sobre Alejandro Magno inaugurará el Museo Bíblico y Oriental, que finalmente abrirá sus puertas al público en febrero. La fecha concreta está a expensas de la Zarzuela, ya que previsiblemente será la Reina la que inaugurará el museo, instalado en un ala de San Isidoro, con acceso desde la plaza de Santo Martino.
Bajo el título
la muestra abordará uno de los viajes menos conocidos del rey de Macedonia, quien tenía el propósito de avanzar hacia el este para encontrar el fin del mundo.
La exposición, en la que están ya interesados varios museos de ciudades como París y Roma, exhibirá 300 piezas, propiedad del conocido arabista Francisco Antonovich, un coleccionista e investigador que se ha hecho ya familiar para los leoneses desde que puso a disposición del Museo Bíblico su espectacular nacimiento hispano-napolitano -”que puede visitarse hasta el 11 de enero-”.
Jesús García Recio, director del Museo Bíblico, explica que Antonovich quedó fascinado por Alejandro Magno cuando a los ocho años recibió como herencia una inesperada colección de monedas del emperador de origen macedonio. Nació entonces también su pasión por el coleccionismo. Antonovich, de origen cairota y nacionalizado español, ha resultado ser un auténtico benefactor para el Museo Bíblico y Oriental. Desde el principio conectó con las ideas de García Recio, un joven sacerdote a quien su maestro Van Dijk legó su increíble colección de volúmenes y piezas mesopotámicas. Para ambos, el Museo Bíblico no es sólo un mero depósito de tesoros excepcionales, sino un lugar de estudio para profundizar en el conocimiento de las fuentes primitivas. Antonovich se ha pasado años rastreando por todo el mundo bustos de Alejandro Magno -”la mayoría de origen helenístico-”. En algunas de estas estatuas el militar aparece representado bajo la forma de diferentes dioses. El repertorio de bustos atesorados por Antonovich de Alejandro Magno, sin duda, uno de los personajes más carismáticos del mundo antiguo, supone la colección privada más importante del mundo en su temática.
Seguramente, el Museo Bíblico no podía haber elegido mejor exposición para abrir sus puertas, tras años de espera hasta encontrar una sede en San Isidoro, en las dependencias que ocupó durante varios años la Escuela Taller y donde fue preciso realizar grandes obras para transformar este espacio «destartalado» en un acogedor museo. El espacio es limitado y para la exposición temporal de Alejandro Magno ha habido que habilitar el claustro que da acceso también a la Casa de Espiritualidad.
La propia colección del Museo Bíblico, con piezas que constituyen los primeros textos escritos de la historia, será visita obligada para estudiosos de las primitivas civilizaciones. Igualmente, hay que destacar el sarcófago egipcio completo -”con momia incluida-”, cedido también por Antonovich, así como tablillas mesopotámicas y pictogramas de la época Uruk.
Será un museo activo. De hecho, desde el 2003 el Instituto Bíblico y Oriental imparte cursos de lenguas antiguas y seminarios para profundizar en el conocimiento de las religiones.