Desde Santa Colomba al ministerio de Propaganda nazi

Conoció el frío en Rusia, la soledad en Alemania... pero también a Claudia Stolz, secretaria del Ministerio de Propaganda nazi, un amor que conduciría a este leonés de Santa Colomba de Curueño hasta la sede de la temida Gestapo. Y es que Fernández Llamazares debía tener una personalidad a prueba de bombas. A la pregunta de ¿qué cree que pensaría si hoy día leyera la novela?, Javier Menéndez responde: «Me imagino que sacaría el cinto-¦ Era un caballero a la antigua usanza, y no estoy seguro de que aprobara muchos de los pasajes que recreo. Pero lo más curioso es que él mismo ya había escrito esta historia, aunque nunca pensó en publicarla, y no guardaba más que una copia. Por desgracia, el manuscrito desapareció hace mucho tiempo, y ni siquiera me fue posible reconstruirlo porque las personas que lo habían leído ya habían fallecido. Así que la pérdida de sus memorias me dio mucho trabajo, pero eso mismo me obligó a sentarme y a escribir la novela».