Se va un amigo

S enén fue alguien muy especial en mi carrera deportiva. Siempre estuvo ligado a ella. Vivía el ciclismo con pasión y eso supo impregnarlo a quien tuvimos el privilegio de compartir con él buenos momentos. Su garage rezumaba entusiasmo por este deporte. Pude disfrutar de él, de sus experiencias y anécdotas de tantos años. Fui un privilegiado.

La persona estuvo muy por encima del deportista. Era, es y siempre será alguien muy apreciado a todos los niveles. Se va un amigo, que tenía un carisma especial, cercano a todos. Destacaba por su forma de transmitir conocimientos. Un referente del ciclismo. Nuestro guía.

Para mí es alguien único, irreemplazable. Senén estuvo conmigo cuando empezaba en este deporte. Siempre afable, abierto, dispuesto a ayudar. El fallecimiento de un ser querido siempre es doloroso, pero hemos podido disfrutar de Senén Blanco durante muchos años.

Hasta hace muy poco tiempo aún se le podía ver en la carretera, sobre la bici, donde le gustaba estar. Se va en plenitud. Con las facultades intactas como demostraba en cada una de las tertulias y cenas que compartía con los amigos.

A los que le conocimos nos queda un consuelo: vivió como quiso.