Raúl noquea al campeón
El delantero madrileño agranda su leyenda guiando al Schalke 04 a un triunfo contundente frente al Inter que deja a los alemanes con pie y medio en semifinales
El delantero español Raúl González celebra su gol frente al Inter de Milán.
El Schalke 04 firmó una noche histórica para el fútbol germano y despachó con un rotundo 2-5 al Inter, actual campeón europeo, con una noche sublime de Raúl y Jurado, que acarician ya el pase a la semifinales de la competición. Y eso que el Inter comenzó como una flecha. Un error de Neuer, el portero alemán, al sacar un balón de cabeza al borde del área, que cazó Stankovic con un toque certero cuando sólo se habían cumplido segundos del inicio del partido.
El Schalke reaccionó. Matip en un barullo, hizo el 1-1. Y desde ese momento el plantel alemán siempre dio la cara. Mérito tuvo el equipo que dirige Ralf Rangnick. Porque tras el 2-1 de Milito, el cuadro de Genselkirchen remontó de nuevo. Dos reacciones que colocan al Schalke en el papel de revelación de la Liga de Campeones a un equipo, que liderado en los días previos por Raúl, siempre creyó en su destino. Antes del descanso los visitantes habían vuelto a igualar la contienda frente a un enemigo que poco a poco iba perdiendo fuelle y que en defensa daba excesivas facilidades.
El segundo tiempo fue un festival para el Schalke. Raúl hizo crecer un poco más su leyenda. Marcó su gol 71 y fue el futbolista que más kilómetros recorrió con 11,1. El Inter jugó desde el minuto 62 con un futbolista menos por la expulsión de Chivu y eso propició que el Schalke llevara la batuta desde el inicio del segundo tramo. Ofreció una exhibición con Jurado al frente, superando a Sneijder y Cambiasso, y de regalo el Schalke recuperó al mejor Edu, autor de dos goles y de una noche de ensueño para toda la comarca del Rühr.
Fue toda una lección de efectividad de los alemanes que en un encuentro casi perfecto lograron dejar contra las cuerdas a un enemigo que una vez más mostró su peor cara con un fútbol predecible que abrió de par en par las puertas al Schalke, inspirado y sabedor de sus posibilidades que ahora tiene en su tejado la pelota frente a un Inter que acabó desquiciado y que en una semana deberá variar mucho su predisposición si no quiere irse en cuartos para casa y con ello corroborar su momento de crisis que se iniciaba en el derbi italiano contra el Milan y que ayer vivió otra jornada para olvidar.