Un empate con sabor a victoria (2-2)

Casi sin querer, arañó el Atlético Bembibre un valioso punto (2-2) ante el Real Valladolid B, firme aspirante al ascenso como cada año. Premio que se antoja excesivo para un conjunto rojiblanco que fue ayer la sombra del de otras ocasiones y tan sólo ofreció su mejor versión en los último minutos.

Los primeros 45 minutos de juego fueron un monólogo del Valladolid B. El Bembibre apenas inquietó la meta custodiada por Villanueva en un par de acciones aisladas protagonizadas por Javi, el jugador rojiblanco más activo ayer sobre el rectángulo de los anexos de Zorrilla. Fue todo el bagaje ofensivo de un Bembibre que se replegó atrás y decidió esperar a los blanquivioletas y sólo el acierto de Omar les había privado de ponerse por delante en el marcador.

Lolo se convirtió en el verdadero protagonista de la primera mitad. Trajo de cabeza a toda la defensa del Bembibre y se disfrazó de Messi en muchas acciones. Sin embargo, el Valladolid no obtuvo el premio del tanto hasta poco antes del descanso cuando Javi Navas puso un balón perfecto desde la derecha a Toni y éste lo remachó al fondo de las mallas para establecer el 1-0 en el marcador.

Tras la vuelta de vestuarios el partido continuó por los mismos derroteros por los que había comenzado. El Valladolid B llevó la voz cantante en todo momento y fruto de ello amplió su ventaja en el marcador a través de Jorge en el minuto 63. El tanto llegó a balón parado después de un saque de esquina botado por Javi Navas, autor ayer de los dos pases de gol blanquivioletas. Jorge conectó un espléndido cabezazo en el interior del área chica. La puntilla parecía puesta. Pero nada más lejos de la realidad. Cuando peor pintaban las cosas para el Bembibre los rojiblancos despertaron de su letargo y se volcaron en busca de la igualada. Al final se iban a salir con la suya, pero gracias a una dosis de suerte fuera de lo común.