Diario de León

primera división. El equipo culé no falla

Manotazo blaugrana (0-5)

El Barcelona sigue su marcha triunfal en la Liga tras pasar por encima del Rayo Vallecano en el Estadio de Vallecas.

Jordi Alba y Messi celebran uno de los goles del astro argentino en Vallecas.

Jordi Alba y Messi celebran uno de los goles del astro argentino en Vallecas.

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ignacio tylko | madrid
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Sin alardes pero con mayor fortaleza defensiva y un contragolpe letal, el Barça consiguió una ‘manita’ en un feudo tradicionalmente incómodo para su juego de toque corto y sutil (0-5). Sigue líder invicto, con todo ganado menos ese empate en el clásico. No enamora pero no falla.

Tito Vilanova no deja de sorprender con la zaga, aunque esta vez salió muy airoso del experimento. Es una evidencia que las lesiones lastran al Barça pero chirría ver a Adriano y Busquets como inédita pareja de centrales.

Prometió Paco Jémez que el Rayo no renunciaría a sus principios de adelantar la zaga, achicar espacios y presionar arriba por mucho Barça que le visitase. No se sentían bien los de Vilanova, con dificultades muy serias para manejar el centro del campo, pero marcaron en el primer error del rival.

Es lo que tiene la diferencia de presupuesto. Se lió el ‘Chori’ Domínguez, le robaron la cartera y el resto ya se veía venir. Gran pase de Cesc entre los centrales, extraordinario desmarque de Villa y remate certero a la primera. Muy fácil hace el ‘Guaje’ lo que para Alexis entraña máxima dificultad. Apenas juega pero ya suma cuatro goles en esta Liga el mejor artillero español. Su diana fue el punto inflexión de la noche.

Los azulgrana se aseguraron la victoria en los albores de la segunda mitad. Montoya profundizó por banda y su pase lo definió Messi como un ‘Balón de Oro’. Un zurdazo inapelable firmó el gol 300 de su carrera, y permitió a los culés vivir mucho más tranquilos.

El choque estaba roto, muy a favor de unos subcampeones que con espacios no perdonan. Y definieron la goleada con buenas llegadas de Xavi, Cesc y Messi. Tito Vilanova pudo gestionar los minutos de sus pupilos y dar un mínimo descanso a Jordi Alba y Xavi Hernández, colosales. La ovación al de Terrasa fue una señal de señorío de la afición vallecana.

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