«Es cruel meter ciclistas limpios y tramposos en el mismo saco»

Dolido por el daño que se le está haciendo a un deporte en el que ha sufrido, disfrutado y pasado miles de horas sobre la bicicleta, el ex ciclista de La Virgen del Camino considera que tras el juicio a los implicados en la Operación Puerto, nada se sacará en claro salvo demonizar un poco más a un deporte «en el que los honestos son infinitamente más que los que hacen trampas. Y a esos hay que castigarlos duro».

—¿Qué le queda en claro de la Operación Puerto?

—Por desgracia que no va a resolver nada. Creo que al proceso judicial se le está dando un enfoque equivocado que al final perjudicará al ciclismo y seguirá creando dudas sobre un deporte que, nadie lo dude, es igual de limpio que otros. Lo que pasa es que a veces se nos demoniza a los ciclistas y se mira para otro lado cuando se habla de otras disciplinas.

—Los que estos días se sientan en el banquillo de los acusados y algunos nombres de ciclistas que han salido a la palestra fueron coetáneos suyos. ¿Le sorprende que se hable de ellos como tramposos?

—Cada uno debe responder de sus actos. Yo coincidí entre otros con Eufemiano Fuentes cuando era el médico del Comunitat Valenciana. Su labor era que podría realizar otro galeno. Lo que hiciera por detrás con otros ciclistas no lo sé. En mi caso nunca supe que Eufemiano estaba detrás de un programa de dopaje.

—¿No cree que con todo esto se está metiendo a ciclistas honestos en el mismo saco que los tramposos?

—Esa es la desgracia. Aunque creo que la fortaleza del ciclismo le permitirá salir adelante se le está haciendo mucho daño. Un ejemplo es el caso del doctor Eufemiano Fuentes. Con la Operación Puerto y a la hora de entrar en su ordenador se dieron nombres de personas inocentes en cuanto a dopaje se refiere. Se mezclaron aquellas a las que presuntamente trataba de forma irregular y a otras a las que lo hacía como un médico normal.

—Un caso es el del Comunitat Valenciana.

—Yo estaba en esa escuadra por aquel entonces y cuando surgió el asunto todos los ciclistas, ante notario, nos realizamos pruebas de sangre en un laboratorio reconocido por su solvencia. Esas extracciones de sangre se enviaron al CSD y la Federación Española para que vieran que estábamos limpios pero nunca, por desgracia, se dieron a conocer y sí se crearon sospechas sobre muchos deportistas honestos.

—No cree que ya es hora de que hablen los implicados y digan los nombres.

—Sería lo idóneo. No pueden dejar abiertas sospechas. Deben salir a la luz los nombres de quienes se dopaban, pero claramente. Al resto que nos dejen en paz porque este deporte no se merece que se mezclen a los tramposos con los que siempre estuvimos limpios.

—¿Qué opinión le merece la confesión de Armstrong sobre su dopaje y que dijera también que para ganar un Tour es preciso doparse?

—Armstrong se equivoca al decir que para ganar hay que hacer trampas. Él sabe lo que ha hecho y como ha conseguido sus triunfos pero no puede echar mierda sobre el resto. Cuando corríamos con él ya dudábamos de su fortaleza física. Parecía inhumano. Por eso me duele que se nos trate de poner en duda nuestras carreras. En mi caso la de muchos años, muchas horas de sacrificio, más de un millón de kilómetros sobre la bici... También porque a los niños se les está mostrando una imagen errónea de un ciclismo que ante todo debe ser una forma de salud.